El acuerdo con el FMI

Advierten que el déficit de comienzo de año dificulta llegar a la meta fiscal acordada con el FMI

El déficit de enero fue el peor en 7 años y pone en evidencia el dilema del Ejecutivo: tocar subsidios o apostar a la inflación para licuar sueldos y jubilaciones.

 Frente al superávit fiscal primario de enero de 2021, los datos de este enero encendieron las alarmas: el déficit primario del Sector Público Nacional fue de prácticamente $16.700 millones o 0,02% del PBI, el peor resultado para el primer mes del año de los siete últimos años y 169,4% peor que el superávit de enero del año pasado.

El primer mes del año, de hecho, fue superavitario en 2017, 2018, 2019 y 2021, en línea con la estacionalidad del gasto y de la recaudación. Así, históricamente el déficit se concentra en el último trimestre del año (por ejemplo el último diciembre tuvo un déficit del 1,1% del PBI) y en los primeros dos trimestres del año, el sector público se arma de "colchones" con los que amortiguar la aceleración del gasto de fin de año.

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Por eso, el hecho de que el Estado Nacional en lugar de acumular recursos ya se haya "quemado" 0,2 décimas del PBI de déficit primario de las 25 que se comprometió a no superar en 2022 en el marco del entendimiento con el FMI es leído por economistas y analistas como haber arrancado con el pie izquierdo.

No así para Economía. Allí enfatizan que el déficit de enero "se encuentra alineado a la proyección enviada al FMI, de manera tal que no compromente el acuerdo alcanzado respecto a la meta fiscal para el 2022".

El detalle en la evolución del gasto y los ingresos, por su parte, le mete presión al recorte de subsidios que mantiene dividido al oficialismo. Los ingresos del fisco crecieron con respecto a enero 2021 por debajo de la inflación (47,8%), mientras que los gastos lo hicieron notoriamente por encima (56,8%).

Advierten que para llegar a la meta de déficit acordada con el FMI se necesita un 50% de inflación

El hecho de que enero fuera un mal mes para la economía -por el impacto de la tercera ola, el cierre de industrias por vacaciones, mantenimiento y falta de personal, la sequía y los incendios -explica la baja performance de los ingresos tributarios al tiempo que exacerba las advertencias sobre el crecimiento del gasto en "prestaciones sociales" (57,2%) y el escaso margen de maniobra que se deja el Gobierno para el último trimestre. En especial, si más adelante la economía vuelve a enfrentar otro traspié que golpee los ingresos públicos mientras los gastos siguen creciendo por encima de la inflación.  

En efecto, las proyecciones de crecimiento de los privados para este año hablan de un 3% de arrastre estadístico que dejó el 2021 más otro 0,5% genuino debido al límite que la falta de dólares le imprime a las importaciones y éstas a la capacidad de crecimiento.

Advierten que menos del 10% del gasto se puede ajustar sin tocar jubilaciones o salarios

"El resultado fiscal de enero fue feo por todos lados, no por un factor en particular. En materia de recaudación, las retenciones vinieron muy flojas y por el lado no tributario también. Y por el lado del gasto, subió mucho, casi 10% más nominal que la recaudación: salarios, subsidios, jubilaciones. Lo único que vino un poco más flojo fue transferencias a provincias. Y el problema es que no avanzan con los problemas de fondo: subsidios y jubilaciones. Se les va a hacer muy cuesta arriba el año. Más si tienen que cumplir la meta con el FMI, por más moderada que sea", dijo a LPO el economista Gabriel Zelpo de Z-labs.

 Lo único que los va a salvar este año es una desgracia, es decir, la aceleración respecto al año pasado de la inflación que va a licuar nuevamente jubilaciones. Y todavía no empezaron a correr las licitaciones de energía a 27 dólares el BTU

"La verdad es que lo único que los va a salvar este año es una desgracia, es decir, la aceleración respecto al año pasado de la inflación que va a licuar nuevamente jubilaciones. Y todavía no empezaron a correr las licitaciones de gas a 27 dólares el BTU, récord total. En el mercado local se paga 4 dólares cuando antes era un disparate pagar 15. Además, la quita de subsidios por zonas es muy marginal, llega al 0,2% del PBI con toda la furia. De hecho, en enero el gasto en subsidios subió por debajo del aumento general del gasto primario (50% contra 57% interanual). Por eso es cuesta arriba y la aceleración de la inflación es el camino que alguna ayuda le brinda, atrasando a las jubilaciones que es el mayor gasto del gobierno", agregó el economista.

Para Zelpo, incluso si este año va a ser de virtual estancamiento como cualquier otro poselectoral, hay motivos para ser optimistas: "Con un buen acuerdo del FMI de ajuste fiscal y monetario, Argentina tiene mucho para recuperar en el mediano plazo", concluyó.