Partido Popular

Crece el respaldo a Feijóo como líder de la transición y Casado pierde apoyo en la cúpula

Los barones territoriales están con el presidente de la Xunta. La condición es un apoyo unánime a su candidatura. El núcleo duro "casadista" le pide que cese a Egea y retome la conducción.

 Alberto Núñez Feijóo es el hombre elegido para conducir la transición en el PP. El presidente de la Xunta de Galicia cuenta con el respaldo de los barones territoriales y está encaminando los esfuerzos para convocar a un congreso extraordinaria. El mandatario gallego exigió a Pablo Casado que tome decisiones "urgentes", un ultimátum que incluye el cese de Teodoro García Egea.

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Feijóo habló con los líderes del partido, incluida Isabel Díaz Ayuso, y en las últimas horas recibió el apoyo de la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, y del titular del PP catalán, Alejandro Fernández, quienes ultimaron a Casado a adoptar una resolución contundente. El presidente del partido en Extremadura, José Antonio Monago, mantiene una posición más cauta pero también ha cerrado filas con Feijóo, al igual que Alfonso Fernández Mañueco, guiado por una cuestión táctica: sin la dupla Casado-Egea, tendría el camino libre para cerrar un acuerdo de gobierno con Vox en Castilla y León.

Juanma Moreno, que fue forzado por Génova para adelantar comicios en Andalucía -donde Vox amenaza con mejorar sus resultados electorales y, por ende, forzar su ingreso al gobierno autonómico-, evita hacer gestos públicos, pero ha confirmado su apoyo a Feijóo, quien puso como condición para liderar la transición que la adhesión a su candidatura sea unánime. La unidad del PP debe ser absoluta para superar la crisis y todos en el partido lo entienden así. 

Feijóo puso como condición para liderar la transición que la adhesión a su candidatura sea unánime. La unidad del PP debe ser absoluta para superar la crisis y todos en el partido lo entienden así

Pero hay signos que comienzan a preocupar a Casado. La reunión con los miembros del comité de dirección, afín a su liderazgo, se extendió más de la cuenta y desató posiciones encontradas en torno a la continuidad del líder del partido y del "número dos". Si Casado no cesa a Egea, su fin ya es un hecho. Y ante la intransigencia de Casado, que no quiere separar al secretario general de su cargo, el respaldo de la cúpula se evapora con las horas.

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Sin embargo, la cúpula del partido es cada vez más consciente de que la suerte de Casado ya ni siquiera depende del destino de Egea. El aislamiento es enorme y la desesperación del todavía líder popular es palpable. En una medida para contener la sangría, Casado ha convocado una reunión con diputados y senadores leales. El presidente del PP necesita medir fuerzas para evaluar qué pasos dar a continuación.

Figuras como Ana Pastor y Cuca Gamarra son partidarias de sacrificar a Egea para evitar los llamados a un congreso partidario y cerrar el paso a Feijóo y Ayuso. Aunque la situación es en extremo delicada, Casado no tiene pensado de momento dimitir. El presidente Pedro Sánchez ha salido hoy a apurar al PP al pedir que "resuelvan cuanto antes esta crisis por el bien de todos y por el bien de la democracia española".