Opinión

¿Historia repetida?

Primero dicen que son un chiste, luego un peligro y, después los declaran ganadores. ¿Pará allá vamos de nuevo?

A todos nos gusta un villano, quizás por masoquismo, quizás porque plantea una historia superficialmente más Interesante y nadie sabe cómo crear a un supervillano como los medios de comunicación.

Hablando con un compañero de un medio de comunicación que no será nombrado, su lógica me parece entendible: "La gente le da clic a algo que les causa una reacción y nada causa más reacción que poder tirar odio a alguien sin miedo a ser juzgado".

Sin duda alguna, a finales de 2015 el villano por excelencia en medios de comunicación era Donald Trump. Decía ser tan rico como Lex Luthor, era tan racista como el Dragón Blanco y estaba tan loco como el Guasón ¿qué más podíamos pedir?

Su papel villanesco en la vida real no es el tema aquí. En este mismo medio podrá usted, querido lector, encontrar a personas más prudentes que yo que podrán ser de más ayuda en dar una respuesta definitiva a ese tema.

Lo que importa es que en medios de comunicación se le ridiculizó, se le dijo de todo y siguiendo el juego Trump se aseguró de decir tantas locuras como le fue posible, inundando las primeras planas, columnas de opinión y reportajes de todos los medios, nacionales e internacionales.

En México ya tuvimos un caso muy parecido, cuando Samuel García se volvió el costal de boxeo favorito de muchos (debo admitir que yo estoy incluido).

Entre muchos medios existió una burla colectiva, parecía que estábamos frente a un candidato de broma y una vez que tuvo todos los reflectores estaban sobre él, se dedicó a presentar propuestas interesantes y a distanciarse de "el personaje".

El actor y empresario Roberto Palazuelos, centro de burlas por su aspiración política vía MC.

Todo este contexto es para decir que, en mi opinión, estamos viendo un fenómeno similar con Roberto Palazuelos. "El diamante negro" anunció sus intenciones desde hace meses y la respuesta instintiva de algunos medios fue burlarse. Por meses se gastó tinta con la intención de hacer burla de sus aspiraciones.

Se recordaba su relación con Luis Miguel, sus anécdotas más absurdas y la respuesta generalizada fue de morboso interés, como estar viendo a un personaje cómico de la lucha libre ingresar al cuadrilátero pidiendo una pelea por el campeonato.

Ya pasamos a la segunda fase del morbo mediático, ahora Palazuelos ha completado su transformación a la villanía. Sus negocios son puestos en tela de juicio, sus amistades son cuestionadas y sus acciones pasaron de la comedia a la tragedia griega en un paso.

Movimiento Ciudadano ya tuvo la experiencia con un candidato fácil de odiar, que terminó por rendir frutos (una gubernatura) y quienes están en el círculo privilegiado del águila naranja no han descartado la posibilidad de apoyarse en los influencers y la excelente campaña publicitaria que es una lapidación colectiva de las redes y los medios tradicionales.

Las interrogantes están en la mesa.

¿Puede la falsa villanía, una creada por los medios y las redes, dar otra gubernatura a MC?

¿Es esta la nueva cara de la política mexicana?

¿O es la misma águila, pero de plumaje diferente?