Ucrania

En Rusia, Scholz le pidió a Putin un mayor repliegue en la frontera con Ucrania

Rusia apuesta por el rol de Alemania en los Acuerdos de Minsk como alternativa a un enfrentamiento. Ambos líderes hablaron de las exigencias rusas en seguridad y de la dependencia energética.

 A diferencia de la reciente visita de Emmanuel Macron al Kremlin, el canciller alemán Olaf Scholz llegó a Moscú en medio de un clima más optimista, sobre todo por el anuncio ruso acerca del repliegue parcial de tropas en la frontera con Ucrania. "¿Queremos guerra o no? Por supuesto que no", aseguró el sucesor de Angela Merkel, que calificó como una "buena señal" la retirada de algunas unidades rusas, aunque le pidió a Vladimir Putin que continúe con el repliegue.

El primer cara a cara entre ambos líderes se vio dominado por la crisis en Ucrania y las exigencias de Rusia en materia de seguridad en la zona. Pero Putin no solo le reconoce a Alemania la importancia que representa como uno de los principales consumidores de gas ruso, sino por el rol que ha desempeñado en los llamados Acuerdos de Minsk. Las partes saben que revivir esa vía es la única alternativa a una escalada bélica.

Desde Ucrania, Scholz le exige a Putin una "urgente señal de desescalada"

Los Acuerdos de Minsk también son el objetivo de Francia. A pesar de que el gobierno ruso desmintió la semana pasada los dichos de Emmanuel Macron en relación con una pronta desescalada por parte de Moscú, el anuncio de este martes confirma que el presidente francés estaba en lo cierto y, en particular, demuestra cuán lejos puede llegar la diplomacia del eje París-Berlín.

"En este tipo de crisis, Francia y Alemania tienden a actuar juntas. El verano pasado hubo una iniciativa de Macron y Angela Merkel para llevar adelante un diálogo estratégico con Rusia. No sucedió, pero la cooperación entre ambos países es coordinada", asegura a LPO Reinhard Krumm, director de la Fundación Friedrich Ebert para los países bálticos y catedrático honorario del departamento de Ciencia Política en la Universidad Estatal de Moscú. 

Siempre ha habido un entendimiento en Alemania de que la interdependencia no es algo malo. Si dos partes dependen una de la otra puede haber vulnerabilidad, pero al mismo tiempo también hay fortaleza

De todas formas, Putin sacó a relucir la dependencia del gas ruso y el rol de Moscú como proveedor confiable pese a las diferencias entre los socios comerciales. Scholz es consciente de esta situación, y por eso trata de separarse de las sanciones que Joe Biden tiene en mente, y que incluyen el Nord Stream 2, el gasoducto que une a Rusia y Alemania a través del Báltico. Actualmente, Berlín congeló su entrada en funcionamiento, a la espera de que baje la tensión en torno a Ucrania.

Sin embargo, las declaraciones de Putin en este sentido fueron interpretadas por los funcionarios alemanas como otro gesto destinado a contrarrestar los rumores de una invasión inminente. "Alemania está tratando de tener una reconversión energética. Por otra parte, siempre ha habido un entendimiento en Alemania de que la interdependencia no es algo malo. Si dos partes dependen una de la otra puede haber vulnerabilidad, pero al mismo tiempo también hay fortaleza. Esto sucedió durante la Guerra Fría", asegura el autor del libro El sueño de Rusia.

Putin anuncia que se retira de la frontera, pero se prepara para reconocer a los separatistas rusos en Ucrania

Pese a la controversia en torno al Nord Stream 2, Krumm considera que "si hablamos de la dependencia de Rusia debemos hablar de todos los gasoductos". "La UE debe decidir si no se quieren más gasoductos, y si este es el caso, entonces cuál es la alternativa", apunta. Es decir, la transición hacia energías renovables es una cuestión que implica a todo el bloque, por lo que la solución -y los problemas que ocasiona a nivel energético- supone un desafío no solo para Alemania. 

Como potencia continental, Alemania se ve obligada a dividir su diplomacia entre sus propios intereses y los de la UE. En este viaje a Moscú, Scholz ha intentado armonizar su liderazgo al interior de Alemania y hacia sus socios comunitarios

Scholz comparte la idea de que una expansión de la OTAN en Ucrania representa un desafío a Rusia, y el canciller alemán rechazó el envío de armamento al Ejército ucraniano, como le dejó en claro al presidente Volodimir Zelenski en la reunión que mantuvieron en Kiev. Como potencia continental, Alemania se ve obligada a dividir su diplomacia entre sus propios intereses y los de la UE. En este viaje a Moscú, Scholz ha intentado armonizar su liderazgo al interior de Alemania y hacia sus socios comunitarios.

Por otra parte, la visita de Scholz al Kremlin ha sido una oportunidad para medir la relación bilateral, a dos meses de la sucesión de Merkel. "Merkel tenía una mano firme con Rusia y el Este de Europa. Hay una continuación de esa política, como la hubo en los últimos 30 años. Esto es, una relación decente pero crítica con Rusia, porque somos parte de la UE. Y si hay países de la UE que se siente amenazados o están en riesgo, Alemania se lo toma en serio", dice Krumm.

Con todo, la coordinación con Francia no significa que Scholz persiga los mismos lineamientos de Macron respecto a una política de autonomía estratégica en defensa y seguridad para el continente. Alemania sigue alineada a los objetivos de la OTAN en Europa. Aunque es cierto que la irrupción de Donald Trump puso en duda la confianza en torno a la alianza atlántica. Es una lección que aprendió Merkel en su momento, y que ahora Scholz continúa.

Cierran la embajada de Estados Unidos en Kiev e instan a los ciudadanos a que abandonen Ucrania "de inmediato"

"No es una cosa o la otra, son las dos cosas. Macron está buscando más soberanía, pero Alemania no. Los países de la UE están buscando una UE más geopolítica, pero no en contra de la EEUU, sino en el marco de las buenas relaciones transatlánticas. Algunos países son menos entusiastas con la autonomía estratégica. El arte de la política, después de todo, es encontrar un buen compromiso y que las diferentes administraciones estadounidenses lo cumplan", concluye el director de FES.