Larreta prorrogó hasta 2032 la concesión de vía pública y siguen Albistur, Terranova y Romero
El gobierno porteño prorrogó por cinco años las concesiones de publicidad en la vía pública de Publicidad Sarmiento, PC Publicidad y Wall Street que vencían en 2027. Gracias a esa decisión las familias Terranova, Albistur y Romero tendrán asegurados su negocio hasta 2032.
La medida se tomó con toda la discrecionalidad que requiere uno de los negocios más lucrativos y menos conocidos de la Ciudad y se fundamentó en la emergencia económica que rige en el distrito porteño por la pandemia.
Se trata de 27 mil lugares que van desde nomencladores de calles, refugios y postes de colectivos hasta puestos de diarios y puestos de flores que mueven miles de millones de pesos al año. La demanda es tal que hay espera para anunciar.
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"Se analizó extender el contrato porque en el marco de la Ley de Emergencia Económica se solicitaron inversiones extraordinarias dentro de la concesión, que implicaban una ampliación de lo proyectado inicialmente, con más equipamiento para beneficio de los vecinos de la Ciudad", explicaron fuentes de la Ciudad ante la consulta de LPO.
Estas tres empresas son las mismas que explotan el mobiliario urbano desde 2009, cuando durante el primer gobierno de Mauricio Macri el entonces ministro de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, las seleccionó tras una licitación.
Fuentes porteñas señalaron que "el contrato de Mobiliario Urbano se licita por unidades funcionales territoriales, pero no se corresponden con unidades geográficas, sino que apuntan a la igualdad al momento de adjudicar la concesión. Por ejemplo, en una arteria hay elementos de distintas empresas para que sea equitativo".
Albistur con Fabiola y Tolosa Paz.
Según el último detalle que se encuentra en la página del gobierno porteño, en la Ciudad hay 2.100 refugios de colectivos, 17.400 nomencladores de calles y cientos de puestos de diarios y de flores.
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Los principales negocios son las pantallas transiluminadas que pueden verse en las avenidas porteñas y refugios de colectivos y los clásicos chupetes verdes con el logo de la Ciudad de Buenos Aires.
Los concesionarios aportan la inversión en infraestructura y luego venden la publicidad. El estado porteño les retiene el 15% de su facturación.
Además existen otros puntos de publicidad en edificios o incluso a los costados de las autopistas. Esos avisos son contratos entre privados que requieren una autorización del gobierno porteño.