Reforma laboral

Aragonès se queda sin el apoyo de los comuns por la reforma laboral

El presidente del Govern no puede prescindir del apoyo de los comuns, claves para aprobar las cuentas públicas catalanas, tras la retirada de la CUP y los reparos de Junts.

 El Ejecutivo central está apurando las negociaciones de último minuto para asegurarse los votos que den luz verde a la reforma laboral. Y la falta de apoyos tiene su correlato en los movimientos que se están dando en algunos gobiernos autonómicos. Por caso, Pere Aragonès podría perder el respaldo de los comuns en el Parlament.

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La formación de Jéssica Albiach condicionó su apoyo al voto positivo de ERC en el Congreso de los Diputados. A 24 horas de la votación, los comuns intentan destrabar la negociación que la propia Yolanda Díaz protagonizó la semana pasada, cuando se trasladó hasta Barcelona para conseguir las voluntades que le faltan al gobierno para asegurarse una victoria.

ERC insiste en que el gobierno se niega a discutir modificaciones al proyecto y se ha mostrado intransigente, pero lo cierto es que el presidente del Govern no puede prescindir del apoyo de los comuns, quienes fueron claves para aprobar las cuentas públicas catalanas, tras la retirada de la CUP y los reparos de Junts. 

El presidente catalán necesita del apoyo de los comuns para disminuir su dependencia de unos socios de investidura que siguen atando su programa al independentismo

En tanto, Aragonès atraviesa semanas complicadas en Cataluña. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, está llevando adelante una paralización del recinto en protesta por la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de retirar su escaño al diputado Pau Juvillà, perteneciente a la CUP. Juvillà había sido condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a seis meses de inhabilitación y a una multa de 1.080 euros por desobediencia.

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Esta enfrenta a las formaciones independentistas con PSC-Units, Cs, PPC y Vox, que pidieron a Borràs que revirtiera el freno a la actividad parlamentaria. En esta polarización cada vez más aguda, el presidente catalán necesita del apoyo de los comuns para disminuir su dependencia de unos socios de investidura que siguen atando su programa al independentismo. La gestión, a cargo de Aragonès, requiere pragmatismo y un intercambio con los partidos constitucionalistas. En las próximas horas se sabrá si finalmente decide cuidar la continuidad de la legislatura.