Opinión

Campañas políticas de mujeres en medios digitales: aciertos y desaciertos.

Las mujeres somos activas en medios digitales y su uso debe hacerse desde la perspectiva de comunidad y no desde la perspectiva de la publicidad.

Las elecciones de 2021 van a pasar a la historia. Parte porque tuvieron que realizarse en medio de una pandemia, porque según analistas políticos se juega el futuro del México que conocemos, y adicionalmente, porque es una de las elecciones en las que más mujeres entraron en la contienda electoral.

Sea por cuota de género, por capacidad y/o decisión, no conozco el orden de los factores que llevan a estas mujeres a participar por diferentes partidos políticos, el caso es que varias de ella aprovecharon los medios digitales, algunas con aciertos y otras desafortunadamente con poco tino - o el de sus asesores -, por lo que quisimos resumir algunos de los casos más sonados en estos casi dos meses que duraron las campañas.

Empecemos por los negativos.

La exalcaldesa de Álvaro Obregón, Layda Sansores, ahora en campaña como gobernadora de Campeche, para promocionar su participación en un debate salió en una foto al mejor estilo de "Gambito de Dama", serie bastante conocida de Netflix y con el hashtag #GambitoDeLayda. Ese recurso lo había usado exitósamente Barack Obama en campaña, pero sus asesores no saben de historia, porque si se hubieran ido al pasado habrían encontrado lo mal que le fue al entonces precandidato del PAN, Ernesto Cordero cuando trató de hacer una portada similar. El caso es que más del 90% de los usuarios digitales que hablaron sobre el tema -datos de Xpectus by Metrics-, lo hicieron de manera negativa y de paso aprovecharon para señalar uno que otro error en administraciones pasadas.

Otro de los casos más sonados

Es el de Rocío Pino, la candidata a diputada Federal por el Distrito 3, en Hermosillo, Sonora. Para quién no la hubiera oído nombrar es conocida como "La Grosera" y famosa por ser un influencer con un perfil en Only Fans, plataforma en línea solo para mayores de edad por el contenido explícito que se publica. En su campaña en medios digitales ofrece cirugías de reconstrucción de seno para mujeres con cáncer y estéticas, y así "empoderar" a las mujeres.

Esta campaña tampoco ha sido bien percibida por la audiencia. El 81% de la audiencia la tomó como negativa, y varias feministas señalan que el valor de una mujer no se puede medir por el tamaño de sus pechos.

Ahora vamos con los positivos:

Por un lado la candidata a diputada Federal por el Distrito 3 de Morelos, Juanita Guerra Mena, que promueve desde sus medios digitales una agenda incluyente, con perspectiva de género y basada en la seguridad por y para las mujeres.

Otro caso es el del colectivo 50+1, mujeres políticas que apoyan a otras mujeres que participan activamente en los espacios de decisión y que han sabido aprovechar muy bien todos los medios digitales, desde redes sociales, pasando por conferencias y conversatorios en plataformas de streaming, el uso de medios privados como WhatsApp para difundir sus propuestas y uno que otro medio que las retoma. Han formado realmente una comunidad de mujeres para mujeres.

Las mujeres somos muy activas en medios digitales y el uso de las mismas para la política llegó para quedarse. Sin embargo, el trabajo en ellas debe hacerse desde la perspectiva de comunidad -como bien lo hace Juanita Guerra Mena o el colectivo 50+1- y no desde la perspectiva de la publicidad.

Queremos más mujeres en la política, solo usemos bien los recursos. Nos vemos en las urnas.