Sólo el 26% de los latinos de EU aprueba la gestión de los CDC en la pandemia
Transcurridos casi dos años de pandemia, en los que pasaron dos administraciones con enfoques opuestos, la mayoría de los estadounidenses está disconforme con la gestión sanitaria de las autoridades. Y no sólo cuestionan a los responsables políticos. Las críticas recaen también sobre los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El 57% de las personas desaprueba la manera en la que los CDC están gestionando la crisis del COVID-19, frente a un 37% que la aprueba. Aunque hay muchas diferencias entre los distintos grupos demográficos: entre los blancos se mantiene la misma proporción que en la población general, pero entre los afroamericanos se invierte y la aprobación supera a la desaprobación por 50 a 44 por ciento.
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Ahora, quienes más rechazan las decisiones de los CDC en relación al coronavirus son los latinos: apenas el 26% tiene una valoración positiva, contra un 63% que tiene opiniones negativas.
Eso es lo que reveló una encuesta realizada por la Quinnipiac University en todo el territorio nacional entre el 7 y el 10 de enero. El estudio se basó en una muestra representativa de 1.313 adultos, con un margen de error de +/- 2,7 por ciento.
Hay muchas explicaciones posibles de por qué los hispanos están más molestos que otros grupos con las decisiones que han tomado los CDC a lo largo de la pandemia. Una hipótesis fuerte es que algunas de las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias los afectaron especialmente. Eso parece haber sucedido con las disposiciones de aislamiento, que en familias grandes que viven en espacios reducidos dificultaron mucho la convivencia.
El 45% de los latinos consultados en la encuesta dijo que durante la pandemia se resintieron los vínculos con sus familiares. Un porcentaje mucho mayor al registrado entre blancos (24% ) y afroamericanos (23%).
Latinos anti vacunas protestan en la puerta de Los Angeles Unified School District,
A muchos, el impacto psicológico de todo lo acontecido en este tiempo los ha llevado a buscar ayuda profesional. El 15% de los hispanos respondieron haber consultado a algún especialista en salud mental. Una cifra que se compara con un 15% de los afroamericanos y un 10% de los blancos.
El estudio de la Quinnipiac University no es el primero en mostrar que este segmento de la población estadounidense ha sido uno de los más perjudicados por el COVID-19 y por las consecuencias económicas y sociales de las medidas adoptadas por las autoridades.
Una encuesta realizada en octubre de 2021 por NPR, la Robert Wood Johnson Foundation y la Harvard T.H. Chan School of Public Health reveló que el 57% de los hogares hispanos enfrentaron problemas financieros a lo largo del año. Pasaron por lo mismo el 56% de los afroamericanos, el 50% de los nativos americanos, el 32% de los asiáticos y el 29% de los blancos.
Hay que tener en cuenta que los latinos fueron los más afectados cuando se disparó el desempleo en los momentos iniciales de la pandemia, luego de que los estados dictaran las medidas más drásticas para evitar la propagación del COVID-19. La desocupación entre ellos pasó de 4,8% en febrero de 2020 a 18,5% en abril. Muy por encima del 12,8% de los blancos, pero también del 14,2% de los asiáticos y del 16,2% de los afroamericanos.
El mercado de trabajo se recuperó a lo largo de 2021 y el desempleo entre los hispanos cayó a 4,9%, prácticamente el mismo nivel en el que estaba en febrero de 2020. No obstante, las heridas causadas por esta crisis sin precedentes continúan abiertas, y eso se percibe en el ánimo de quienes se llevaron la peor parte.
No se puede perder de vista que los latinos están sobrerrepresentados entre los segmentos de la fuerza laboral que más sufrieron la pandemia. Por ejemplo, son el 18,4% de los empleados en comercios minoristas, frente a un 12,4% de afroamericanos y 5,8% de asiáticos, según la Oficina de Estadísticas Laborales. En gastronomía, uno de los rubros más golpeados por los cierres, los confinamientos y las restricciones de aforo, son el 27,7 por ciento. Es el doble que los afroamericanos (13,5%) y el cuádruple que los asiáticos (6,8%).