Seguridad

Un allegado a Cienfuegos define ascensos en Sedena y alista negocios del nuevo aeropuerto

El subsecretario Agustín Radilla gana peso en la Secretaría y mira al 2024.

 El general Agustín Radilla se ha convertido en el militar más poderoso de la Sedena, después de Luis Crescencio Sandoval. Fue quien digitó los ascensos a generales de división que se formalizaron esta semana, es la figura detrás de los negocios que detonará el aeropuerto Felipe Ángeles y, fundamentalmente, es un protegido desde hace años del general Salvador Cienfuegos, antecesor de Sandoval y detenido en 2020 en California por orden de la DEA para luego ser liberado.

El dato circula entre la alta oficialidad. Radilla, actual subsecretario de la Sedena, formalizó los ascensos sin consultar demasiado con Sandoval. Entre los mismos destaca el general Emilio Avendaño, que tiene una opinión pésima del Gobierno actual, pero que es un gran amigo de Cienfuegos y que fue agregado militar en la embajada mexicana de Londres.

También se promovió a René Trujillo, director del Aeropuerto Felipe Ángeles. Trujillo y Radilla llevan adelante el plan para que el Ejército controle todos los negocios de tiendas, comercios y concesiones que funcionarán en la nueva terminal aérea. Defienden esta idea bajo el argumento de que la fuerza necesita recursos para alimentar su esquema de pensiones, algo golpeado en sus contabilidad más elemental.

Este dúo maneja ideas de una ambición imparable y todas en el sentido de expandir cada vez más la injerencia militar en la vida pública, desde el rol del Ejército en la llamada Aerolínea del Bienestar hasta la posibilidad de que los civiles tengan acceso a las despensas militares, donde los precios están subsidiados. 

Radilla fue agregado militar en la embajada en Panamá. Es egresado del Heroico Colegio Militar y tiene una maestría en Seguridad Nacional. Es el articulador fundamental del grupo que domina la Sedena y donde anida con fuerza un discurso nacionalista y anti EU, y donde se rechaza cualquier tipo de colaboración con la DEA u otras agencias extranjeras.

Esta tónica, y los apoyos que va logrando, lo ubican a Radilla como un favorito ineludible para la continuidad post Sandoval, especialmente si Claudia Sheinbaum consiguiera la presidencia.