Política

En el PRI crece la idea de llevar a Ebrard como candidato presidencial con un "mega" frente opositor

Conversaciones reservadas con actores de diferentes partidos. Reuniones en la colonia Del Valle. La búsqueda del equilibrio.

Manlio Fabio Beltrones incrementa su presencia en diversos circuitos políticos tras unos meses de silencio por asuntos personales. En las reuniones que participa, al ex gobernador sonorense se lo ve enfocado en realizar una prospectiva hacia 2024. Su análisis indica que la coalición opositora debería apostar a una candidatura de Marcelo Ebrard, ya sea por un acuerdo o -incluso mejor- por la vía de una primaria que incluya a figuras como los gobernadores Mauricio Vila o Enrique Alfaro.

En la lectura de Manlio Fabio, Ebrard es un actor ubicado en el centro de las preferencias electorales, que puede recibir votantes moderados de la 4T pero también de los partidos de oposición. Algunas semanas atrás, por ejemplo, dialogó largamente con Dante Delgado para comenzar a persuadirlo de sumar a MC a esta táctica. El senador se mostró receptivo aunque con ciertos reparos ya que prefiere sostener la estrategia de que MC tenga su propio candidato y así poder asegurar registro y prerrogativas.

Dentro del PRI, Beltrones ha podido constatar que la idea de una candidatura de Ebrard tiene recepción en actores como Emilio Gamboa o José Antonio Meade. Falta profundizar las conversaciones con Alejandro Moreno Cárdenas y Rubén Moreira pero de estos no se registra un rechazo contundente.

El principal polo de oposición dentro del PRI estaría en el sector del senador Miguel Ángel Osorio Chong quien persiguió judicialmente a Ebrard y lo empujó al exilio en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Ya hace semanas que Ebrard ha intensificado sus reuniones en un domicilio en la calle Martín Mendalde, en la colonia Del Valle en la Ciudad de México, donde se acercan jugadores de todos los espacios. La transversalidad ya está inscripta en su proyecto presidencial.

En la lectura de Manlio Fabio, el escenario más conveniente es que Claudia Sheinbaum sea la candidata de la 4T porque solo sería una candidata para la base de voto duro, intransitable en el interior del país y que viene de un fuerte retroceso electoral en la CDMX. Su victoria interna a través de una encuesta dejaría el espacio perfecto para que la oposición ensaye una primaria abierta, mostrando un ejercicio más democrático.

Beltrones entiende a Ebrard como un equilibrio entre una mayoría popular que se inclinaría por otro sexenio de la 4T y los sectores medios que claman políticas mas moderadas y un mejor funcionamiento de todo lo relacionado con la esfera pública, en definitiva, un gobierno más profesional.