Energía

En su primera cita con Ramírez De la O, Nahle culpó a Octavio por las demoras en Dos Bocas

Los retrasos en el pago a proveedores, asunto clave del primer encuentro con el futuro secretario de Hacienda.

En las últimas horas Rocío Nahle tuvo su primer encuentro con el futuro Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez De la O. Según pudo conocer LPO, el encuentro fluyó en términos cordiales, incluso mejores de lo que se podía prever en un principio. Para entender: Ramírez De la O tiene una opinión muy pobre de la titular de Energía, o al menos eso solía comentar a los clientes privados de su consultora, como es el caso del gigante British Petroleum

En la reunión analizaron el rumbo de la construcción de la refinería de Dos Bocas y Nahle señaló en dos ocasiones que las demoras en esa obra estructural, que debería estar operativa en el segundo semestre del 2023, se deben a un mal manejo financiero en Pemex.

En Dos Bocas se registran deudas siderales, desde empresarios medianos de Tabasco hasta conglomerados internacionales como el Grupo Techint.

Según explica Nahle, la Secretaría de Hacienda gira los recursos a la empresa productiva del Estado para que desde allí se pague a todos los proveedores de Dos Bocas pero, al parecer, esos recursos se utilizan en otras cuestiones por decisión de Octavio Romero y su director de Administración, Marcos Herrería.

En la reunión quedó completamente expuesto que la pelea entre Nahle y Romero es tal vez la dicotomía más potente del gabinete, casi a la par del duelo Julio Scherer-Olga Sánchez Cordero. Es una tirria que Nahle maneja con mucha cautela no sólo por la amistad de Romero con Andrés Manuel López Obrador, sino también pero el predicamento que el director de Pemex tiene sobre los hijos del presidente.

Según el plan de negocios de Pemex, durante 2021 Dos Bocas requerirá de 45,000 millones de pesos y si las condiciones lo permiten, se canalizarían otros 116,000 millones durante 2022 para concluir su construcción. La duda es si las condiciones financieras lo permitirán, sobre todo, cuando la empresa admite que faltan recursos incluso para mantenimiento en las seis refinerías del Sistema Nacional de Refinación (SNR).