AMLO acuerda con Beto Anaya y ahora el PT quiere desplazar al PRI en San Lázaro
Tras diez días de tensiones entre las cúpulas de Morena y el PT, finalmente Andrés Manuel López Obrador y Alberto "El Profe" Anaya firmaron la paz. El malestar estaba originado por conflictos entre ambos sellos en la justicia electoral y por la cantidad de diputados que el PT le tuvo que ceder a Morena en San Lázaro para que el partido que gobernará desde diciembre tuviera mayorías especiales a nivel legislativo.
A estos aspectos meramente políticos se agregaron otros detalles personales, como un encuentro improvisado en la casona de la colonia Roma que no resultó como Anaya esperaba. Es una relación difícil porque, según los entornos de los dos líderes, entre ambos persiste una especie de deuda de gratitud mutua.
AMLO cree que el Anaya le debe que el PT pase hoy por hoy por su mejor momento de la historia luego de estar a punto de desaparecer hace casi dos años. El Profe, en cambio, cree que el presidente electo le debe el hecho de que el PT acompañó a Morena en los tres intentos presidenciales y que ese acompañamiento fue en múltiples aspectos y concesiones.
Un ejemplo muy concreto: en plena campaña presidencial, Beto Anaya recibió una invitación desde Cuba, con motivo de la llegada del nuevo presidente Miguel Díaz Canel. Desde Morena le pidieron que se ausentara para no detonar asociaciones complejas como decir que un aliado de AMLO era recibido por el mandatario del país comunista. El Profe aceptó la directiva.
El acuerdo al cual arribaron en las últimas horas tiene dos aspectos centrales: por un lado, los diputados petistas que fueron hacia Morena, permanecerán en el bloque de Mario Delgado administrativamente pero políticamente su liderazgo será el coordinador del PT Reginaldo Sandoval.
En segundo termino, AMLO le dio vía libre a Anaya para que busque a los diputados del extinto PES y de ese modo PT tenga la tercera fuerza en San Lazaro. Corolario: eyectar a Dulce Maria Sauri de la vicepresidencia que le toca al PRI para ubicar allí un diputado del PT.
Este era uno de los grandes puntos que explicaban el enojo de Anaya: al traspasar tantos diputados del PT a Morena, el PRI había logrado quedar como tercera fuerza.