Petróleo

Putin vería a AMLO en diciembre y la poderosa Gazprom ya acelera sus planes de negocios en México

La compañía rusa ya registró marca y tiene un permiso de operación. El malestar de EU. El caso de Bolivia.

La futura cita de Andrés Manuel López Obrador con Vladimir Putin repercute en el sector empresarial y concretamente en el ámbito energético, donde aseguran que Gazprom compañía emblema de Rusia y controlada por el Kremlin, podría acelerar su planes de negocios en el país con una meta concreta: comenzar a ganar dinero en EU.

La compañía cuenta ya con dos buffets de abogados que sirven como base inicial en México. Desde allí se ha registrado la marca para el país, así como también la empresa ya tiene un permiso de largo plazo para incursionar en el transporte de gas licuado en el norte del país.

La historia de Gazprom en México comenzó en el calderonismo. El entonces CEO de la compañía, Alexei Miller, se reunió con directivos de Pemex para explorar la posibilidad de que Gazprom instalara plataformas para explotar eventuales yacimientos de gas en el Golfo de México. Finalmente el plan no prosperó.

Ya en el sexenio actual, con el furor de la reforma energética, Emilio Lozoya exploró durante meses una eventual alianza con Gazprom para intercambiar practicas y conocimientos. El tema tampoco avanzó aunque, debe decirse, la petrolera rusa Lukoil  finalmente entró a la reforma y se hizo de campos petroleros que ganó en licitaciones.

La percepción en el círculo rojo es que Gazprom no logró penetrar por operación directa de EU. El lobby de las petroleras de Texas en Washington ha sido muy eficaz en impedir la aparición de un competidor que para colmo tiene a su cabildero principal en la cima del poder ruso.

El factor geopolítico es inevitable. Gazprom hace negocios con PDVESA en Venezuela, incursiona en alianzas en la Nicaragua de Ortega y acaba de firmar un acuerdo con el gobierno de Evo Morales en Bolivia que tiene por finalidad comercializar el gas boliviano a una mayor escala en Brasil y Argentina. La empresa está muy cerca de países que en EU se observan con distancia.

El caso boliviano es para tener en cuenta porque una idea que circula en México es que la empresa podría proponer un modelo similar para el país y con un paso previo que sería construir centros de almacenaje para capturar el gas que se quema en las refinerías. Con esa infraestructura podría comercializar gas en el país y también en EU.