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Crece el negocio de Valero en México pero hay inquietud por la llegada de Morena

En julio la importación del hidrocarburo alcanzó niveles récord y la texana se coloca como la principal beneficiaria. El papel del "jefe" Diego.

Julio fue un mes excepcional para las importaciones de gas licuado en México. Según cifras oficiales se consumieron 5000 millones de pies cúbicos diarios y la empresa Valero Energy, ganó como una de las principales proveedoras para el país. 

Esta firma radicada en San Antonio, Texas, tiene amplios intereses en el sector energético en México y es junto a empresas como Exxon, CitGo o Marathon, de las principales proveedoras también de gasolinas al país, por lo que la política energética que tome el gobierno de Andrés Manuel López Obrador resultará crucial para su operatoria en el país. 

Estas empresas ganan porque México no tiene infraestructura propia para almacenar el gas que se genera de la extracción petrolera. Es un negocio rentable de 6,000 millones de dólares anuales y cuya importación ha crecido notablemente en le país: de acuerdo con datos de la Cofece, entre 2000 y 2015 representaron 30% del consumo total, pero ante la caída de la producción nacional y la entrada de particulares aumentaron a 60% a finales de 2017. 

Para Valero será crucial las definiciones que asuma el gobierno entrante. El principal cabildero de la firma texana en el país es Diego Fernández de Ceballos, que impulsa ambiciosos proyectos en el país, por ejemplo, la rápida expansión de la marca mediante estaciones de servicio en México para lo cual se abrirán tres centros de almacenaje en el país.

AMLO prometió a petroleros "sacar al sector de la crisis que vive"

Sin embargo, los claros enfrentamientos con el político tabasqueño terminaron prendiendo alertas entre los directivos texanos que en las últimas semanas prefirieron retirarlo de las negociaciones ante la incertidumbre de lo que ocurrirá en los próximos seis años.

López Obrador ha planteado la modernización de las refinerías existentes y la creación de una nueva con la finalidad de bajar la dependencia de energéticos por parte de Estados Unidos, proyectándolo para dentro de tres años -mientras habla de una especie de congelamiento del precio de las gasolinas-.

En cuanto a las licitaciones petroleras realizadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto, estas permanecen suspendidas mientras son sometidas a una revisión, pero este fin de semana, tras un encuentro con petroleros en Tabasco, dio un vuelco y anunció que su gobierno arrancará con una licitación para la explotación y exploración de campos, pero con un mayor enfoque a firmas mexicanas.