Transición

González Anaya le recomienda a Urzúa no reducir el impuesto a la renta en la frontera

Intercambios en la SHCP. El plan de Morena con inconsistencias. La recomendación del secretario sobre las cifras oficiales.

Jose Antonio González Anaya le envió ayer lunes un documento a Carlos Urzúa en el cual detalla los efectos del plan del futuro Presidente en relación a reducir el impuesto sobre la renta en los municipios de la frontera con Estados Unidos. El paper  advierte que empresas ubicadas en la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara podrían mudarse al norte y el golpe a la recaudación del SAT sería importante. 

En la consideración de González Anaya, de aplicar el plan diseñado por Gerardo Esquivel, la frontera sería el único lugar de México que competiría con enormes beneficios a la reforma fiscal que aplicó Donald Trump en Estados Unidos. El eje del documento: la reactivación económica en la frontera norte no alcanzaría a compensar el desbalance fiscal por la falta de recaudación. En el plan de Urzúa, el impuesto sobre la renta se iría del 35 al 21%.

González Anaya ha sostenido ya dos reuniones con Urzúa, Esquivel y Augusto Herrera. El panorama que le comparte a quienes visitan su oficina no es alentador. Por ejemplo, el secretario advierte que varios de los planes que trae el equipo morenista están cimentados en datos y trabajos analíticos de centros de estudios o de su alma matter del Colmex pero que a la hora de la verdad poco tienen que ver con la dureza de los números de Hacienda. 

El comentario no esconde una enemistad: por el contrario, como ya explicó LPO, el respeto profesional entre González Anaya y Urzúa es mutuo. No así con Gerardo Esquivel, vínculo en el que dominan las acusaciones cruzadas, siempre en torno a una supuesta "mamonería". 

La replica de Urzúa es que los números oficiales también generan dudas. "Eso no me preocupa, el primer día que se sienten en este escritorio desaparecen todas las dudas", desliza González Anaya, confiado en que sus análisis se basan en los datos más confiables.

La cuestión recaudatoria se comienza a convertir en el gran tema de la transición tanto por la positiva como por la negativa. La semana pasada Alfonso Romo tuvo que decirles a los empresarios del CCE que no habrá condonaciones fiscales como estímulos para crear empleo. Esto es entendible porque la pregunta que cada vez resuena más en el aire es la de cómo se va a pagar todo lo prometido por el nuevo presidente. Todavía no hay respuesta a ese interrogante.