Comercio

Los Pinos confirma que habrá nuevo TLCAN si EU cede en la cláusula Sunset

Ligthizer termina como el gran árbitro del acuerdo. Otros factores de tensión.

Culminadas las reuniones de la semana pasada en Washington DC entre funcioarios de EU y México ya es una realidad que la Casa Blanca tiene en su poder decidir si habrá o no nuevo TLCAN. Tal como lo reportó hoy lunes el periódico El Economista, la delegación mexicana ha cedido en el contenido regional y en aceptar discutir una pauta salarial para dicho sector. Como contrapartida la aplicación de la nueva regla de origen entrará en vigor en cinco años.

Ahora, según pudo conocer LPO de fuentes de la Secretaría de Economía, la definición final correrá por cuenta de Robert Lighthizer. Si el representante comercia de la Casa Blanca acepta dejar de lado la llamada cláusula Sunset (que pide rediscutir el acuerdo cada cinco años), es muy probable que haya nuevo TLCAN antes de que termine agosto.

No será sencillo porque Lighthizer es el ideólogo de esa clausula como mecanismo de presión. Ese pedido lo ha enfrentado fuertemente con el secretario de Comercio Wilbur Ross. La cláusula Sunset implica además para Lighthizer un triunfo rotundo: lograría elevar reglas de origen, forzar a México a discutir un nuevo esquema salarial para el sector automotor y además poner en suspenso la existencia futura del acuerdo.

El segundo factor es Canadá. Chrystia Freeland dijo el fin de semana que está lista para volver a la negociación tras ausentarse de esta última ronda ministerial de Washington DC. Si la canciller de Justin Trudeau no acepta parte de lo acordado es muy probable que no haya acuerdo antes de las elecciones de medio termino de EU. Esto debe considerarse porque Freeland es muy capaz de anular el acuerdo si no está satisfecha en su agenda soft de derechos humanos y asuntos ambientales. Para la canciller esos temas van al mismo nivel que las reglas de origen.

En el sector mexicano de armadoras siempre existió una fuerte oposición a elevar el contenido regional pero esa oposición se habría salvado  con la implementación gradual de la nueva norma, la cual permitiría desarrollar una cadena de proveedores. El gradualismo fue la estrategia que le dieron los grandes industriales de Monterrey a Ildefonso Guajardo y que este aceptó. No solo es una cuestión empresarial, sino que juega con la posibilidad de que Donald Trump se desplome o sea enjuiciado por el Russiagate.

El principal impulsor de esta idea en EU ha siso el secretario del Tesoro Steve Mnuchin quien cree que urge un nuevo acuerdo antes de que AMLO asuma la presidencia en México. Mnuchin estuvo en la colonia Roma en CDMX con el futuro presidente semanas atrás. El secretario cree que si se inicia una retórica dura entre Trump y AMLO será casi imposible sostener el acuerdo. El hecho de que no haya conflictos en la transición ofrece un escenario imperdible para el nuevo acuerdo.