Transición

Rosario Robles se queda con la mayor partida presupuestaria para el cierre del sexenio

Remodelarán espacio público en municipios. Gesto especial tras el escarnio de los itamitas.

La titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Rosario Robles, administrará la "caja" más grande de cara al cierre de la actual administración. Antes de partir de vacaciones, Enrique Peña Nieto le habilitó aproximadamente 1,500 millones de pesos para un programa de remodelación de plazas y espacios de esparcimiento en alcaldías.

Es un número considerable si se entiende que el Gobierno ya dio de baja sus principales programas y proyectos. "Es un último gesto del Presidente para con alcaldes que han sido amigos", explican por lo bajo desde Los Pinos.

Este tipo de reformas se pueden realizar a gran velocidad y ofrecen un cambio de percepción inmediato. Una lógica totalmente distinta a la de gran parte del sexenio de las reformas estructurales, cuyos beneficios tardan años. Ya nada es lo que era.

También hay que hacer la lectura política más general. Tras el desastre electoral del PRI, Peña Nieto toma distancia de los tecnócratas e itamitas, que dirigieron la campaña, y encauza el partido hacia otros jugadores. Señales de una segunda sucesión, ahora en términos partidarios.

Por eso, René Juárez coordinará la bancada tricolor en Diputados, Miguel Angel Osorio Chong hará lo propio en el Senado y Carlos Salinas de Gortari queda como arquitecto del futuro del tricolor con la dirigencia de Claudia Ruiz Massieu. Para todo, Peña Nieto ha dado el visto bueno, desde la centralidad que todavía le queda.

En esa saga de gestos aparece la partida presupuestaria para una funcionaria que fue muy castigada por los itamitas como Robles. La lectura es que ese grupo primero la expuso con desvíos e irregularidades en los medios y luego Luis Videgaray la barrió de la lista de candidatos pluri. "Algún día ya voy a contar quién me daba las órdenes del presupuesto y los contratados de Sedatu", suele decirle Robles a sus amigos y colaboradores.