Diplomacia

Exclusivo: Cómo se organizó la seguridad del primer evento internacional de AMLO

No quiso usar al Estado Mayor. Javier López Casarín, hombre de confianza de Ebrard, clave en el operativo.

Todo se calculó de forma milimétrica. Claro, era una prueba de fuego. Tras la exitosa visita de la comitiva de Washington a la casona de la colonia Roma, López Obrador dio un paso adelante en su propósito de desaparecer al Estado Mayor Presidencial, e incorporarlo a la Secretaría de la Defensa, mientras el órgano militar preparaba la octava edición de la carrera Molino del Rey para Peña Nieto.

Detrás del operativo hubo una tensa coordinación entre el Servicio Secreto de Estados Unidos -que acompañaron en todo momento a los funcionarios de Trump- y los operadores de Morena. La responsabilidad, según explicaron desde el círculo rojo de AMLO a esta redacción, recayó en un hombre del futuro Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Se trata de Javier López Casarín, a quien le habrían aclarado que el modo en que se desplegará la seguridad en torno al presidente durante el próximo sexenio dependería en buena medida de los resultados del encuentro con Mike Pompeo.

La decisión de delegar la seguridad del encuentro en gente de Ebrard tiene lógica: Andrés Manuel López Obrador confía en la pericia de su ex Secretario de Seguridad durante su gestión en la Ciudad de México.

López Casarín es un amigo de larga data de Ebrard. También uno de sus operadores de máxima confianza. Presidente de la Fundación Reinventando a México, se define a sí mismo como "empresario estratega, innovador y agente de cambio comprometido con su país y la reinvención a través de sus proyectos".

La primera tarea del operativo se refirió al interior del recinto, donde Javi López desplegó su pericia en materia de seguridad junto al personal de la embajada de los EU en México, y en donde tuvo problemas por la antigua arquitectura de la casona de Chihuahua para funcionarios acostumbrados a tres puertas de seguridad y salones de reunión al fondo de conglomerados en forma de panóptico.

A continuación, vino el asunto del exterior. No sólo la casona de la sede nacional de Morena está ubicada al lado de una estación del metrobús, sino que además se encuentra justo en el centro de tres de las avenidas más transitadas de este punto: avenida Insurgentes, avenida Álvaro Obregón y la calle de Monterrey. 

El operativo para cortar esas vialidades y garantizar el ingreso sin problemas para los funcionarios de Trump se recostó entonces sobre el delegado de la Cuauhtémoc, Rodolfo González -histórico asesor de Ricardo Monreal- que puso a disposición a sus elementos de la Policía Auxiliar y Preventiva. Desconfiado, AMLO no quería delegar la responsabilidad en funcionarios federales ni de la Ciudad. 

La sonrisa de felicidad de AMLO frente a todos fue la señal de que Javi López y el delegado que dejó Ricardo Monreal cumplieron con su trabajo.