Gasolinas

El alza del crudo y la presión del dólar golpean la promesa de EPN de mantener gasolina bajo los $20

La Magna pasó la barrera de los 19 pesos y se espera siga cara todo el verano. ¿Hasta dónde la podrá contener?

Una combinación de alza en el crudo, un dólar más caro, además de un incremento en el consumo de combustibles en Estados Unidos por el verano, han llevado al precio de la gasolina Magna a romper la barrera de los 19 pesos, un panorama que preocupa al Gobierno que prometió evitar que sobrepase los 20 pesos.

El asunto es que el escenario para los factores que presionan los precios de las gasolinas no se antoja más alentador en el corto plazo, por lo que los analistas advierten que al menos todo el verano seguirán elevados y hay quienes se aventuran a decir que posiblemente, todo el año.

¿Pero hasta dónde puede aguantar el Gobierno? A inicios del año, la promesa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fue que los precisos de la gasolina no sobrepasarían los 20 pesos por litro, por lo que seguiría haciendo uso del estímulo fiscal al IPES, una herramienta que ayuda a contener la volatilidad en los precios del combustible, pero con un costo fiscal.

La preocupación no es menor, pues en este año González Anaya ya realizó incrementos considerables al estímulo y el pasado mayo realizó el último que fue a 75.56% para la Magna y de 61.16 para la Premium.

Para Ramsés Pech, director de la consultoría Caravia y Asociados, todos los elementos están puestos para que el precio se eleve arriba de los 20 pesos, a pesar del posible respiro que dé la OPEP a la producción petrolera.

Y es que en estos momentos, los países petroleros que integran este organismo se encuentran reunidos en Viena, en donde se analiza la propuesta de Arabia de incrementar la producción hasta en 600,000 barriles. De llevarse a cabo, se estabilizaría el precio internacional en 68-75 dólares por barril, al menos por los próximos seis meses.

No obstante, uno de los riesgos fuertes es el avance del tipo de cambio, otro favor que ha jugado en contra de los precios del combustible, pues México importa gran parte de su gasolina. Las presiones para el peso no parecen tener descanso en el corto plazo.

Recordemos que por un lado está el fortalecimiento de la economía estadounidense, respaldado por el incremento de tasas de la Fed y que impulsa a su divisa frente a otras monedas de economías emergentes, como la de México. Aunado a eso, el mercado estará atento a los resultados electorales y los primeros mensajes que dé el Presidente electo en julio.

Al primer mensaje que el mercado encuentre inquietante, disparará sin duda el tipo de cambio. Pero si por el contrario, se mantiene la percepción de continuidad en las políticas económicas que ha llevado esta administración, se espera incluso que el peso se pueda apreciar.

Otro factor que estará sobre la mesa jugando en el tipo de cambio es el avance de las negociaciones del TLCAN, que se espera que reanuden su fuerza después del 1º de julio.

El analista Arturo Carranza recordó en este sentido que no parece que Hacienda vaya a poner fin a la política de estímulo fiscal. "Tiene beneficios a pesar del costo al erario, los beneficios son razonablemente mayores, pues se mantiene la estabilidad, en un ambiente complejo. Buscará no repercutir en el ánimo de la población y mantener a raya la inflación".

Por su parte, Alejandro Limón, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), apuntó que Hacienda no tiene límites para continuar incrementando el estímulo, aunque no deja de recordar que los costos de ello será que no logre sus metas fiscales en cuanto a recaudación tributaria.

Recordemos que para el primer trimestre del año, en el cálculo de los especialistas, se hubiera esperado que el Gobierno hubiera cubierto el 25% de la meta de recaudación para este 2018, sin embargo, el cálculo es que rondó apenas el 16% de los más de 266 mil millones de pesos proyectados.