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Rumor: Moreno Valle se habría reunido con la maestra Gordillo para tender nexos con Morena

Negociación secreta por la elección en Puebla. Los planes a futuro del ex gobernador.

El entorno de Felipe Calderón maneja desde la semana pasada la novedad de que días atrás tuvo lugar un encuentro a solas entre Rafael Moreno Valle  y la maestra Elba Esther Gordillo en el domicilio donde esta última cumple su prisión domiciliaria.

Un encuentro sugestivo, en el tramo final de una elección que apunta a terminar con Moreno Valle como senador y con Gordillo -su mentora política- en buenos términos con quien hoy por hoy lidera con comodidad los sondeos. Andrés Manuel López Obrador suele resaltar que el nieto de la maestra lo acompaña en algunos de sus mitines. 

Es un dato porque Moreno Valle cree -al igual que Miguel Ángel Osorio Chong dentro del PRI-, que su futuro es el de ser uno de los negociadores de la nueva gobernabilidad. El poblano se desvive por coordinar la bancada panista del Senado, así como el ex titular de la Segob la del PRI. Ambos están ante el desafío de ser interlocutores validos para Morena. En ese contexto, la maestra podría ser un atajo conveniente para el poblano.

El encuentro además encierra aspectos del presente inmediato: la elección en Puebla. Moreno Valle estaría ofreciendo cierta colaboración pasiva con Morena en la entidad a cambio de se le suelte la mano a Miguel Barbosa, que para Moreno Valle no es más que un personero del ex gobernador poblano Mario Marín, el "Gober Precioso".

Es una oportunidad porque la elección está muy cerrada y porque Barbosa no es un hombre "puro" del núcleo duro morenista. Tiene la candidatura porque es un buen operador y porque no había nadie mejor, dicen algunos militantes marrones. Pero sus conflictos con AMLO son históricos. Sólo hay que repasar los chacaleos de Barbosa en el Senado.

Moreno Valle es un convencido que de haber sido candidato ganaba la Presidencia. A esta altura, entiende que podría haber encolumnado al PRI y PAN detrás de su nominación para polarizar contra Morena. Punto visiblemente débil en Anaya, que cuenta con una pésima imagen en Los Pinos, y entre priistas en general. Ahora le toca esperar seis años más en los cuáles debe ser un jugador central del círculo rojo. Pero antes que eso tiene que ganar si o si en su propia entidad. No la tiene fácil.