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Manafort quiso influenciar a dos testigos y Mueller pidió revocar su fianza

El investigador especial acusó al exdirector de la campaña Trump de contactar a dos de sus testigos clave.

 El investigador especial del caso Rusia Robert S. Mueller III acusó ayer a Paul Manafort, exdirector de la campaña Trump, de intentar manipular a testigos del caso que pesa sobre su cabeza por lavado de dinero y por operar para un gobierno extranjero sin reportarlo al Departamento de Estado.

Mueller solicitó a la juez de distrito Amy Berman Jackson una audiencia para pedir la revocación de la libertad bajo caución que actualmente goza el asociado del presidente. De comprobarse que sí ocurrió, intentar influir el testimonio de un testigo de la fiscalía es considerado un crimen grave y forzaría al cabildero a enfrentar su proceso tras las rejas.

De acuerdo con un reporte de Bloomberg, Manafort intentó contactar a dos empleados del grupo Hapsburg, una firma de consultoría formada por varios políticos europeos retirados que recibió más de dos millones de euros entre 2012 y 2013 por parte de Manafort para hacer relaciones públicas para los clientes del exdirector de campaña. Manafort representó durante un tiempo al entonces presidente de Ucrania Viktor Yanukovych, quien le pagó decenas de millones de dólares.

El documento de los investigadores detalla que Manafort, junto con alguien denominado Persona A, "asociado desde hace tiempo a Manafort", intentaron contactar a los ejecutivos de Hapsburg, llamados en la solicitud Personas D1 y D2, "en un esfuerzo para asegurar testimonio materialmente falso concerniente a las actividades del grupo Hapsburg.

"[La] Persona D1 le ha dicho al gobierno que interpreta el contacto de Manafort como un esfuerzo para ‘sobornar perjurio‘, porque la Persona D1 sabía que el grupo Hapsburg trabajó en Estados Unidos ­- no sólo Europa", explica el documento.

Bloomberg aventura que la Persona A podría ser Konstantin Kilimnik, un exagente de inteligencia militar ruso que trabajó para Manafort en Ucrania que no ha sido acusado por el equipo Mueller.

Las personas D1 y D2 dijeron a investigadores federales que habían recibido mensajes encriptados por parte de Manafort. D1 dijo también que el exdirector de campaña le había enviado una nota periodística y le había llamado en varias ocasiones.

Por su parte, D2 aseguró a los investigadores que la intención de Manafort era enviar un mensaje al grupo Hapsburg para que, de ser contactados por Mueller y su equipo, dijeran que su trabajo se había limitado a Europa, ya su trabajo en EU habría roto la ley al no estar registrados como agentes de una potencia extranjera.

Entre los exlíderes involucrados con el grupo Hapsburg aparecen Romano Prodi, exprimer ministro italiano; Alfred Gusenbauer, excanciller de Austria; y el expresidente polaco Aleksander Kwasniewski.