Comercio

Alarma en Washington por la estrategia de Guajardo contra productos de EU

México podría cambiar todos los meses los bienes que tengan arancel. Crece la incertidumbre.

Por las medidas arancelarias que impuso Donald Trump, en Washington ven posible que México, así como los demás países afectados, respondan con medidas adicionales a las ya anunciadas. Una que generaría una fuerte presión para el Gobierno estadounidense sería la conocida como "carrusel", en donde los productos a gravar irían cambiando cada ciertos meses.

En su respuesta inmediata, México anunció medidas equivalentes a diversos productos como son aceros planos, lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos, entre otros, hasta por un monto equiparable al nivel de afectación, medida que estará vigente en tanto que el gobierno estadounidense no elimine los aranceles impuestos al acero y al aluminio.

Pero ¿podría Trump revertir esta agresiva medida comercial? En opinión de Antonio Ortiz-Mena, consejero senior de la consultoría Albright Stonebridge Group, eso dependerá de qué tanta presión ejerzan los productores estadounidenses a sus representantes en el Congreso.

"Es probable que los productores afectados comiencen a quejarse con sus representantes en el Congreso, que a la vez, meterán presión al Gobierno y ésta podría ser tal, que Trump tendría que dar revés a esta medida. Para Trump será más importante la presión que se genere al interior del país que la que pudiera suscitarse en los demás países", explicó quien también fuera encargado de Asuntos Económicos de la Embajada en Washington DC.

Esta presión sería más fuerte si Ildefonso Guajardo -o cualquiera de los países afectados-decidiera reforzar las represalias comerciales utilizando el mecanismo conocido como "carrusel", que implica que la temporalidad o los productos gravados, serán aleatorios.

"Es una estrategia que conoce bien México y genera mucha incertidumbre, lo que motivaría a los productores a generar mucha más presión en el Congreso para que Donald Trump dé marcha atrás a esta medida", explicó el consultor radicado en Washington.

De entrada, Ortiz-Mena señala con atención que la Secretaría de Economía haya decidido gravar quesos, pues recordó que el mayor productor de este producto en el país vecino del norte es Wisconsin, estado cuyo representante es Paul Ryan. "Me imagino que con esta medida se le va a cuestionar mucho al vocero de la Cámara de Representantes de Estados Unidos".

Para el experto es claro que con esta estrategia -que en su lectura la seguridad no es el motivo real, como lo es apresurar el desenlace de las negociaciones del TLCAN antes de noviembre- es fallida. "Pierden todos", afirmó el consultor en entrevista telefónica con LPO.

En cuanto a las negociaciones del acuerdo trilateral, esta postura no abona a un buen clima de diálogo y a Trump no le servirá de palanca, "será más bien contraproducente para él. Pero puede ser una llamada de atención para él y sus congresistas de que tienen mucho que perder si cierran su comercio", consideró.

Por lo pronto todo es una moneda al aire. Si bien existe el factor presión para que el magnate republicano dé marcha atrás a esta recién anunciada medida, también puede optar por dar celeridad a otros proyectos, como son aranceles a las exportaciones automotrices, lo que terminaría por dificultar la relación comercial con sus países vecinos.