Kim responde a Trump: "Nos reunimos cuando quieras"

Ante la decisión de Donald Trump de cancelar la esperada cumbre con Kim Jong Un, el viceministro de exteriores norcoreano Kim Gye Gwan respondió a la misiva del presidente, aseguró que su país está listo para organizar el encuentro "en cualquier momento", y agregó que la cumbre es indispensable para terminar con las "graves hostilidades" entre ambas naciones.

"El abrupto anuncio de la cancelación de la reunión fue inesperado para nosotros y no podemos más que encontrarlo extremadamente negativo", dijo el funcionario.

"El líder Kim Jong Un concentró todos sus esfuerzos en su reunión con el presidente Trump", aseguró el viceministro.

De hecho, horas antes de que Trump publicara la carta que acabó con la reunión, Corea del Norte destruyó su principal sitio de pruebas nucleares ante decenas de reporteros occidentales que fueron invitados para documentar el evento, una muestra de buena fe por parte del régimen Kim.

De hecho, según informaron varios medios, el Gobierno de Corea del Norte se enteró de que Trump había cancelado la reunión gracias a los reporteros estadounidenses que recibieron la información desde América. Es decir, la administración Trump aparentemente no notificó a sus contrapartes norcoreanas antes de difundir la carta por Twitter.

Trump declaró ante los medios que el Ejército de EU y sus aliados estaban "listos de ser necesario" para responder en caso de que Corea del Norte "cometa un acto tonto o peligroso".

Las hostilidades comenzaron a escalar entre los países cuando el régimen Kim declaró que no estarían dispuestos a abandonar sus armas nucleares por completo. La situación explotó cuando el vicepresidente Pence replicó en entrevista los comentarios del asesor de seguridad nacional John Bolton: "Hubo pláticas sobre el modelo de Libia", dijo Pence en Fox News. "Como el presidente dejo claro, esto va a terminar como el modelo de Libia terminó si Kim Jong Un no hace un trato".

A principios de los dos miles el dictador Moammar Gadhafi renunció a su programa nuclear. Menos de diez años después fue depuesto y brutalmente asesinado por una turba iracunda en un drenaje cerca de su palacio.

Por su parte, el Gobierno surcoreano de Moon Jae In expresó su sorpresa y decepción con la inesperada decisión de Trump.