Seguridad

Primer gesto de AMLO post debate: avalaría la sucesión diseñada por Soberón en la Marina

Suena el almirante Vergara Ibarra, de buena imagen en el Pentágono. Otros candidatos.

Andrés Manuel Lopez Obrador atravesó  sin sobresaltos el segundo debate y reforzó al interior de su comando de campaña  la idea de que ya no habría grandes obstáculos en su camino a la Presidencia. El último mes queda reservado para gestos de distensión hacia sectores que le son esquivos y uno de ellos es el militar. Por eso en las últimas horas el candidato le habría enviado un mensaje a Vidal Soberón Sanz, secretario de la Marina, de que le aceptará su plan de sucesión al frente de dicha fuerza.

En la Marina domina la idea de que Soberón podría nominar para su reemplazo al almirante José Luis Vergara Ibarra, quien planificó las dos últimas capturas de Joaquín Guzmán Lorera y que cuenta además con una buena imagen en las altas esferas del Pentágono.

Otra figura que aparece es la de José Rafael Ojeda Durán, contralor de la Marina y hombre de todas las confianzas del actual secretario.

Hace un mes Vergara Ibarra  presentó su libro "La seguridad nacional de México hacia una visión integradora", en el cual propone un modelo matemático que permitirá analizar y fortalecer el poder y la seguridad nacionales. Una visión de la seguridad que estimula a López Obrador porque habla de cuestiones de genero y de migrantes pero ante todo propine un cambio de estrategia respecto a los gobiernos del PRI y del PAN.

La presentación del libro en CDMX fue en sí una demostración de poder. Estaban allí el propio Soberón, el comisionado de Seguridad Nacional Renato Sales Hereia y funcionarios de alto handicap de la PGR y la Suprema Corte.

Avalar a Vergara Ibarra encierra un mensaje de doble vía porque el candidato se congracia con la Marina pero además busca sumar puntos en Estados Unidos, en un momento en el cal los militares del Pentágono están en la cima de su poder bajo la administración Trump. 

Estos mensajes coinciden con otras estrategias como la notable ausencia de Alfonso Durazo, quién promueve una idea de amnistía al narcotráfico pero que en los últimos meses ha pasado a un muy discreto segundo plano.