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Meade desoyó los pedidos de su entorno y defendió a Peña Nieto en el segundo debate

Defendió la visita de Trump a Los Pinos y la política migratoria del Presidente. La oportunidad perdida.

En los días posteriores al primer debate presidencial, en el war room de José Antonio Meade se instaló un profundo debate que dividió las aguas quizás como nunca antes había ocurrido. Un grupo de su entorno planteó la necesidad de despegarse para siempre de la figura de Enrique Peña Nieto. Marcar distancia era el único camino posible para crecer en las encuestas y llegar al segundo lugar, ese paraíso que nunca llegó para el PRI.

La idea era arriesgada: se creía que Meade debía sugerir en el segundo debate presidencial que investigaría al actual Presidente por los señalamientos que pesan contra su administración en materia de corrupción. "Que diga que si lo encuentra culpable debe ir a la cárcel", repetían algunos asesores. Como reveló LPO, la propuesta se presentó directamente ante Aurelio Nuño, que por supuesto rechazó de forma tajante esa ruta.

Este medio también relató las vibrantes reuniones que hubo ayer sábado en donde se dialogó sobre el debate de Tijuana: en todas el presidente reclamó que Meade no se distanciara y que, por el contrario, utilizara los logros del sexenio actual para promoverse. Hubo momentos de tensión. El padre del candidato, Dionisio Meade, ya dice abiertamente que el mandatario y sus satélites arruinaron a su hijo como proyecto presidencial.

Durante el debate quedó clara la decisión de Meade: defender a EPN y a toda la gestión de su sexenio. Esto se observó en varios pasajes del evento, cuando los moderadores le preguntaron por su evaluación sobre algunas decisiones de Peña Nieto. La más evidente fue la pregunta explícita sobre la invitación de EPN a Donald Trump, en medio de la campaña de los EU. 

"¿Se equivocó Peña Nieto al invitarlo a Los Pinos, sí o no?", le preguntó León Krauze. Meade primero intentó esquivar una respuesta contundente. Pero el periodista lo acorraló y se inclinó por la defensa del Presidente: "A juzgar por los resultados, no se equivocó", dijo y fundamentó: "Del TPP ya se salió, del acuerdo nuclear con Irán, del acuerdo migratorio de la ONU y del acuerdo de París, también. Nosotros, en cambio, seguimos negociando el TLCAN".

En el resto del debate no hubo una sola referencia negativa de Meade al sexenio de Peña Nieto, en una definición que -queda claro- persistirá hasta el final de la campaña. 

De todos modos, esta discusión -diferenciarse o no de EPN- es vista dentro del PRI como un proceso similar al desembarco de René Juárez: demasiado tardío. Para muchos, si aún esta noche Meade hubiera cortara sus lazos con Los Pinos, eso ya no habría alcanzado para hacerlo competitivo. Esta es la tesis que defiende Eurviel Avila, otro de los que había desaparecido del war room pero volvió con ánimos renovados.