Morelos

Cuauhtémoc se estanca en 30% y Graco se ilusiona con una alianza con PRI o PAN

El ex futbolista lleva unos 20 puntos de ventaja, pero no perfora su techo. ¿Graco suelta la mano a su hijastro?

La pelea en Morelos parece, a simple vista, definida en favor de Morena. El ex futbolista Cuauhtémoc Blanco lidera todos los sondeos con una amplia ventaja sobre sus adversarios, potenciado con la marca de Morena y la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

Su eventual triunfo sería un verdadero golpe político para Graco Ramírez y todo el PRD. Primero, porque el gobernador apuntó todos sus cañones contra el ex alcalde de Cuernavaca, ya sabiendo que sería el adversario más peligroso para discontinuar la sucesión que pensaba en manos de su hijastro Rodrigo Gayosso. Blanco podría devolverle todas las gentilezas a Ramírez.

Sería, además, un profundo revés para el PRD, que en pocos meses más podría quedar sin gobernadores en todo el país. Una catástrofe política para el Sol Azteca, que supo pelear en varias oportunidades la Presidencia y, además, supo ser la segunda fuerza política de México.

Con la derrota de Graco, el eventual retiro en la Ciudad de México y en Tabasco, sólo quedaría Michoacán, pero en manos de Silvano Aureoles, que ya se reveló como un filo-priista tras su apoyo a José Antonio Meade.

Graco piensa, sin embargo, que Cuauhtémoc está estancado en los 30 puntos y no logra perforar ese techo, aun cuando AMLO está muy por encima de esa intención de voto en Morelos.

Según pudo saber LPO, como su hijastro Rodrigo Gayosso no logra entrar en zona de dos dígitos -ronda el 8% y 9%, según el sondeo- y sus negativos son enormes, el gobernador no descartaría ensayar una alianza por debajo del agua con el candidato del PAN -Victor Caballero- o del PRI -Jorge Meade-.

Caballero, candidato de Morelos al Frente, que en Morelos forman el PAN y MC sin el PRD. Tiene alrededor de 10% y 12%. Y es así una de las opciones que bajara Graco en este momento. 

Jorge Meade es otra de las opciones, aunque presenta dos obstáculos. El primero, que coincide con la mayoría de los postulantes del tricolor, es el desgaste de la marca, que los arrastra para abajo.

El segundo es que su apellido es idéntico al del candidato presidencial que va tercero en los sondeos. Justo lo contrario que ocurre con Cuauhtémoc, que espera perforar su techo gracias a un efecto positivo de su alianza con Morena y AMLO.

Así, Graco enfrenta un enorme dilema: con un escenario pulverizado, la victoria de su máximo rival, Cuauhtémoc Blanco, parece inevitable. Pero ensayar alianzas significaría sacrificar a su hijastro, por quien apostó todo el sexenio.