Voto 2018

Fuerte advertencia desde Los Pinos a los gobernadores del PRI que se acercan a Anaya

Las maniobras de Diego y Castañeda. La tensión por el tercer lugar en las encuestas.

 En la reciente visita de Enrique Peña Nieto a Mazatlan el presidente tuvo unos minutos a solas con el gobernador Quirino Ordáz. El mandatario estatal habría sido muy explicito en su relato sobre quiénes son los mandatarios del tricolor que han comenzado a conversar con Jorge Castañeda y Diego Fernández de Cevallos, laderos de Ricardo Anaya que ya juegan con el concepto de "voto útil", presentando al queretano como la única opción para frenar a AMLO. 

Una muestra de lealtad entendible porque la gobernatura de Quirino es una idea exclusiva de Peña Nieto. Sinaloa es una de las pocas entidades donde en lugar de dejar la definición de candidatos a la cúpula tricolor local, el presidente instalo a su propio candidato (a quien conocía desde el Edomex) y este arrasó. Hoy por hoy Quirino y Claudia Pavlovich son los gobernadores del PRI con mejor imagen.

Esta semana se activo un plan desde Los Pinos que fue monitoreado directamente por Luis Videgaray y que habría consistido en advertir a los gobernadores señalados de que en caso de concretar acercamientos con Anaya la cuestión presupuestaría se pondría muy dura para sus entidades por no mencionar ciertos aspectos de carácter judicial. Comentarios que adquieren un tamiz dramático si se considera que el canciller tiene el control del espionaje doméstico a través de Alberto Bazbaz que creció gracias a Jaime González Aguadé, actual enlace de la campaña tricolor con el empresariado.

Toda la situación es una postal del momento actual. En diciembre, cuando José Antonio Meade fue destapado y tuvo su mejor rendimiento en encuestas ningún gobernador tricolor se habría salido del guión que marca una guerra frontal con Anaya. Ahora, complicado en el tercer lugar, los gobernadores se muestran más liberados y flexibles respecto al control central. Hacen su propio juego.

El mensaje de Castañeda y Diego para los gobernadores  vendría a sostener que no todo el PRI es lo mismo y que no todos pueden pagar las consecuencias de las decisiones del grupo Atlacomulco. Traducción: de ganar la elección, la persecución posterior solo irá contra el entorno presidencial.

La respuesta a la ecuación llegará la primera semana de mayo. Para ese entonces Meade debiera tener un definido segundo lugar en las encuestas. De no suceder, la contención interna será más difícil. Allí la centralidad del Gobierno solo podría alcanza para que en lugar de jugar con Anaya, el apoyo tenga por destino final a Morena.