Momento incómodo: Mancera se cruza con AMLO y Ebrard en un restaurante de Nayarit
¡Qué pequeño es el mundo, o de quién fue la grandiosa idea! Andrés Manuel López Obrador se encuentra en Nayarit, donde se ha reunido con militantes de Morena en el estado y donde ha promovido el voto a favor de su candidatura presidencial en julio de este año.
Durante la mañana, al arribar al restaurante del hotel donde se hospedaron, López Obrador y su general anti-fraude Marcelo Ebrard descubrieron que se encontraban en el mismo sitio en el que desayunaban Miguel Ángel Mancera y su comitiva, quien se encuentra en Nayarit para promover el voto a favor de "Por México al Frente", debido a su participación como responsable de los gobierno de coalición de Ricardo Anaya.
Sin embargo, de inmediato trascendió que los tres ex jefes de gobierno no se saludaron ni cruzaron palabra, a pesar de estar a unos pasos de distancia. Mancera siguió en su mesa sin inmutarse, mientras que AMLO y Ebrard Casaubón continuaron tomando su lugar sin disponerse a acercarse al hoy aspirante a una senaduría del PAN.
De acuerdo con medio locales, el coordinador regional de Morena declaró al salir del lugar que para qué saludaba a Mancera, si ahora "hasta parece panista".
La antipatía entre Mancera y los morenistas Obrador y Marcelo deriva de la presunta cacería judicial desata contra Ebrard por las obras del Línea 12 del Metro, lo que ocasionó que se exiliara primero en París y más tarde en California. Esto también provocó que el candidato presidencial de Morena llamara "traidor" a Mancera, sobre todo por la cercanía del hoy frentista con el gobierno de Enrique Peña Nieto y su distancia con el tabasqueño.
Más tarde, el propio Andrés Manuel declararía: "Al empezar el día e ingerir el primer alimento, lo que uno quiere es estar tranquilo y no ver a Miguel Ángel Mancera, quien traicionó a la Ciudad de México durante su gestión. Es por eso que decidí almorzar en otra parte este jueves".
Y concluyó: "No tengo relación con ellos y estaba ese restaurante lleno de gente que no me cae bien; o sea, no odio a nadie pero hay unos que de plano. Yo creo que traicionó al pueblo de la Ciudad de México y por eso me fui a desayunar a otra parte. Sí, para no verlos porque, además, es la hora del desayuno, se está uno levantando, va uno a comer e imagínense, cuando menos que tenga uno un panorama distinto, que pueda uno comer tranquilamente".