El Índice de la Paz confirma que la violencia con Peña Nieto ya superó al sexenio de Calderón
Con datos duros, el Índice de la Paz México confirma el terrible escenario de violencia durante esta administración: se ubica en niveles históricamente altos, superando el pico más alto alcanzado durante el gobierno de Felipe Calderón en 2011, con altos costos también para la economía mexicana.
De acuerdo con el informe que presenta el instituto de Economía y Paz, el año anterior se ubicó como el más violento en dos décadas, en donde la guerra contra las drogas ya no es el principal factor, como lo fue el sexenio anterior, sino que se acrecentaron los delitos violentos como asaltos, robos, violencia sexual y doméstica.
"El país es menos seguro para la población en general, por razones que sólo ellos pueden resolver", dice el estudio, que revela que la tasa nacional de delitos con violencia subió 15%. La tasa mensual de violencia en la familia escaló 32% en los últimos tres años. "Puesto que la violencia doméstica y la violencia fuera del hogar van de la mano, los tiroteos en las calles ya no son el único problema de paz en México"
Y es una violencia que abruma a la gran parte del país, pues se revela que ese año, 25 de los 32 estados experimentaron un deterioro del nivel de paz, afectando los hogares y lugares de origen de más de 100 millones de personas. "Los desequilibrios sociales atraparon a México en un ciclo de violencia, para salir del cual se requiere adoptar un enfoque totalmente nuevo hacia la paz y la seguridad".
Esta problemática tiene un alto costo en la economía, costando un total de 4.72 billones de pesos, lo que equivale al 21% del PIB. La dura crítica está en el contraste de lo que Gobierno invierte para combatir la violencia, que según el informe, representa el 1% del PIB para seguridad interna y el sistema judicial, lo que equivale a solo el 60% del promedio en países de la OCDE.
Esto quiere decir que la violencia le costó 33.118 pesos (1.747 dólares) a cada uno de los más de 120 millones de mexicanos. Además, explica que "el monto del impacto económico de la violencia equivale a ocho veces la inversión pública en salud y siete veces la inversión en educación en 2017 a nivel nacional".
Ejemplifica que una reducción de 10% de la violencia liberaría recursos casi equivalentes al costo anual total del sistema de salud pública.
A un costado del debate por la ley de seguridad, el instituto con sede en Australia y presencia en México y Nueva York, dice en sus recomendaciones que la aplicación de la ley por parte de las fuerzas militares "no es una solución de política adecuada porque la paz positiva y la paz negativa deben trabajar en conjunto".