Ronda

Pese a dichos de AMLO, la Ronda 3 supera las expectativas con 46% de adjudicaciones

Se trata de la licitación más grande en aguas someras. Prevalece la confianza en el mercado pese al ascenso de Morena.

Hoy martes arrancó la tercera ronda petrolera. En su primera licitación, el Gobierno mexicano logró adjudicar 16 campos, lo que a decir de los expertos muestra que aún prevalece la confianza de los inversores a pesar de la incertidumbre que representa la figura de Andrés Manuel López Obrador.

Esta licitación es la más importante por la cantidad de campos adjudicados en aguas someras, con un total de 35 áreas ofertadas en la Cuenca de Burgos, la Cuenca del Sureste y la de Tampico-Misantla Veracruz. No arrancó con un gran apetito, pero era lo esperado en los presentes en el Centro Citi, pues la primera área estaba enfocada en gas, difícil de comercializar en el país. La expectativa estaba puesta en dos áreas someras del Golfo, en especial la última, lo cual se confirmó.

Si bien esta subasta no tiene la relevancia que la de aguas profundas, que representan las inversiones más altas, el interés radica en que arroja resultados  más rápidos, sobre todo en un contexto de declive en la producción petrolera, explicó en diálogo con La Política Online el analista Arturo Carranza.

Para esta edición, llamó la atención una menor participación de las empresas mexicanas, sin embargo, Carranza consideró que esto se debía principalmente a que las nacionales tienen más interés y experiencia en áreas terrestres.

No obstante, Pemex volvió a verse muy activa, haciendo propuestas de manera individual y ganando 5 bloques en consorcio: dos con Deutsche  y Cepsa, uno más solo con la ibérica para el área de Tampico-Misantla-Veracruz; y dos más con Total y una con Shell para la zona del sureste.

Para los analistas, estas últimas licitaciones de la administración peñista son claves, pues empiezan a ser termómetro de las perspectivas de las grandes petroleras ante las amenazas del candidato de Morena -que lidera las encuestas- de que de llegar a la Presidencia, revisará los contratos otorgados y de encontrar que no favorecen a la nación, podrían revertirse.

Según pudo saber LPO, entre los inversionistas del negocio petrolero hay múltiples dudas sobre qué quiere decir exactamente la propuesta de revisión de López Obrador y comienza a externarse inquietud por su posible triunfo y más aún, por que logre fuerza en el Congreso.

En la presentación de esta ronda, Pedro Joaquín Coldwell estimó que con diez campos licitados ( y considerando que hubiera hidrocarburo), se atraerían hasta 3,800 millones de dólares. Los analistas consideraban que de superar ese monto en las adjudicaciones, significaría el voto de confianza entre los petroleros.

En esta ocasión, se licitaron cuatro campos para Burgos, dos a Respol y dos a Premier; para Tampico se adjudicaron otros cuatro: Dos para el consorcio de Pemex con Deutsche y Cepsa;  uno para Pemex y Cepsa y uno para Capricorn y Ctila.

En el caso de las Cuencas del Sureste se fueron los ocho campos licitados. Acá empresas como la argentina Pan American, Deutsche, Sapura, Eni y Lukoll fueron de las ganadoras.

Para el Gobierno también es de suma importancia el resultado que vayan dando estas subastas, pues imprimió velocidad a fin de elevar el costo político de parar futuras licitaciones y más aún, revertir los contratos ya ganados.