El demócrata Conor Lamb ganó en Pennsylvania por menos de mil votos
El demócrata Conor Lamb mantiene una cerrada ventaja de apenas 627 votos por encima del republicano Rick Saccone en el distrito 18 de Pennsylavia. Al parecer será otra humillante derrota para el Partido Republicano de Donald Trump, quien apenas hace un año y cuatro meses ganó por 20 puntos a Hillary Clinton en la elección presidencial en el mismo distrito. Aunque los conteos ya finalizaron, el Partido Republicano ha solicitado un recuento por lo que el resultado aún no es oficial.
De conservar su triunfo, como todo parece indicar, será la cúrul número 40 que los demócratas logran arrebatar a los republicanos desde la llegada de Trump, y muchos lo ven como augurio de la golpiza electoral que viene en noviembre cuando el partido progresista pretende arrebatar control de la Asamblea de Representantes a los conservadores.
Las alarmas comenzaron a sonar entre los republicanos hace meses. Hoy el presidente del Comité Nacional Republicano del Congreso declaró que la nueva derrota era "una llamada para despertar" y preparar la resistencia para la elección intermedia.
Lo grave es que se trata de un distrito fuertemente republicano con una población 95.8% blanca de clase trabajadora, el electorado ideal de Donald Trump. La última vez que un demócrata ganó dicha curul fue en 2003, pero si se mira hacia atrás, desde 1903 ha tenido 15 representantes republicanos y sólo 3 demócratas.
Lamb condujo una campaña centrista, ausente de las usuales promesas del ala progresista del partido, nada de salud universal ni incrementos al salario mínimo. Su mensaje se concentró en la defensa a los sindicatos-organismos que su contrincante atacó a lo largo de su carrera como legislador estatal-y la promesa de mejorar el sistema de salud. Pero la característica más peculiar de la campaña de Lamb es que públicamente rechazó a la líder demócrata de la Asamblea, Nancy Pelosi, y condenó sus posturas liberales.
Con Saccone ya son cuatro los candidatos que Trump ha apoyado públicamente sólo para verlos fracasar. El primero fue Ed Gillespie, candidato a gobernador de Virginia que sufrió una dolorosa derrota de 9 puntos contra el demócrata Ralph Northam.
Poco después Trump apoyó a Luther Strange en la interna para el Senado en Alabama, pero ganó Roy Moore, a quien después Trump apoyó en la elección de diciembre donde perdió ante el demócrata Doug Jones. Es decir, Trump apoyó a dos candidatos perdedores en Alabama.