Russiagate

Republicanos en el Congreso concluyen que Rusia no ayudó a Trump en 2016

El comité de inteligencia concluyó su investigación con una exoneración para el presidente.

Tras meses de interrogatorios, acusaciones entre demócratas y republicanos, y señales muy claras de colaboración con la Casa Blanca, el Comité de Inteligencia de la Asamblea de Representantes presentó sus conclusiones respecto a los esfuerzos de Rusia por influenciar las elecciones presidenciales de 2016. 

De acuerdo con el comité liderado por republicanos, no sólo no existió colusión entre Rusia y la campaña Trump, sino que además el gobierno de Vladimir Putin ni siquiera intentó beneficiar al presidente durante la elección, algo que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, integrada por agencias como la CIA, Inteligencia Nacional, y la Agencia de Inteligencia del Departamento de la Defensa, dan por cierto desde finales de 2016.

"La línea final: Los rusos sí tomaron medidas activas contra nuestra elección en [20]16, y creemos que lo volverán a hacer en el futuro", declaró el asambleísta republicano Michael Conaway, antes de agregar: "Estamos en desacuerdo con la narrativa de que estaban intentando ayudar a Trump".

Dicha narrativa es sostenida por múltiples testimonios, muchos de ellos directamente de funcionarios de la campaña y hasta del propio hijo del presidente, quien reconoció que en el verano de 2016 se reunió con una abogada ligada al Kremlin quien le había prometido "mugre" para perjudicar a Hillary Clinton.

Durante la conferencia de prensa en la que anunció las conclusiones de la investigación, el legislador Conaway de Texas aseguró que no habían encontrado ninguna evidencia de colusión. "Encontramos quizá malos juicios, reuniones inapropiadas" por parte de los miembros del equipo Trump. "Pero sólo Tom Clancy o Vince Flynn o alguien del estilo podría tomar esta serie de contactos inadvertidos, reuniones, lo que sea, y tejer algún tipo de ficción y convertirla [...] en un thriller de espías".

Además de las principales agencias de inteligencia del país, el investigador especial Robert S. Mueller III también toma en serio los esfuerzos de los rusos por apoyar a Trump en 2016, y sus investigadores presionan cada día más a los miembros de la campaña y del equipo del presidente para descifrar si la mencionada colusión ocurrió. Lo que prácticamente nadie disputa, y porque así lo señala la evidencia, es que Putin buscaba beneficiar a Trump. Que su campaña estuviese enterada o que hayan participado de manera activa es otro asunto que aún no ha sido determinado.

El comité interrogó a más de 70 testigos y revisó más de 300 mil documentos relacionados al caso, según explicó hoy el legislador. Los demócratas del comité criticaron los esfuerzos y dijeron que fueron insuficientes para llegar a alguna conclusión. Acusaron además a los republicanos de negarse a interrogar a testigos que los demócratas solicitaron, entre ellos el ex director de campaña Paul Manafort, su asociado Rick Gates, el general Michael Flynn, y el asesor de asuntos exteriores de la campaña, George Papadopoulos. La mayoría de los mencionados ya confesaron ante el investigador Mueller de haber mentido a agentes federales sobre sus nexos con los rusos en 2016. A pesar de ello, los republicanos del comité no consideraron que sus testimonios fueran importantes.

Desde diciembre los demócratas alzaron la voz sobre lo que consideraron era una mala actuación por parte de los republicanos al frente del comité. Este año la discusión se concentró alrededor del controversial memorando redactado por Devin Nunes, donde el legislador republicano acusó al FBI de actuar de mala fe durante la campaña para afecta las posibilidades de Donald Trump.

La versión de los aliados del presidente en la Asamblea contradice las conclusiones de las agencias de inteligencia y al final del día contribuyen a sostener la narrativa que Trump ha impulsado desde hace más de un año: que no existió colusión con Rusia y su triunfo no tuve nada que ver con los esfuerzos de Putin.