Corrupción

Kushner en CDMX: Peña y Videgaray hacen último intento por frenar aranceles de Trump

Se juega la carta de la seguridad en las fronteras. El factor electoral.

 El asesor senior de la Casa Blanca Jared Kushner estará hoy en CDMX para un encuentro con Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray. Es la última oportunidad de frenar un giro que luce irreversible y por lo cual acaba de renunciar el economista en jefe Gary Cohn: que Donald Trump imponga aranceles al acero mexicano que se exporte a EU.

El canciller jugaría su carta más fuerte, una vez más: la seguridad fronteriza en el norte (con EU) y en el sur (con Centroamerica). Palabras más, palabras menos, Kushner deberá convencer a su suegro de que la respuesta mexicana no se quedará en una demanda ante la OMC. El canciller entiende la relación en todas las aristas posibles y conoce que el nervio más sensible para EU es que México siga haciendo su trabajo en lo que compete a la seguridad, que siga habilitando información clave para la seguridad del país vecino y acate determinadas directivas, algunas que incluso por momentos entran en un terreno incierto respecto a la soberanía nacional.

Este argumento es el que atenuó a Trump cada vez que quiso actuar con fuerza unilateral contra México. Cuando quiso sacar a EU del TLCAN, cuando fantaseó con una deportación masiva de dreamers o ahora, cuando los posibles aranceles al acero ponen en juego casi 600 mil empleos directos en México, en un año de electoral.

Cuando Videgaray habla de Seguridad no le habla sólo a la Casa Blanca. Entiende que sus mensajes van al Pentágono y a la comunidad de inteligencia. El llamado "deep state" que tiene una relación tumultuosa con Trump y que sólo es atenuada por la presencia de un general condecorado como jefe de gabinete de la Casa Blanca. No por nada Kushner llega hoy más acompañado de funcionarios del área de seguridad que de comercio.

El asesor además aparece en México a una semana de que reportes de inteligencia en Washington alertaran que el yerno presidencial estaría siendo manipulado por países extranjeros, entre ellos, el propio Gobierno de México.

Lo espera otro mensaje, coyuntural pero igual de contundente: el candidato del Gobierno está tercero en las encuestas presidenciales. Quien las lidera es un hombre de perfil anti EU que puede terminar por detonar la relación. "Algunas cosa que hoy podemos sentarnos a conversar, tal vez en un año ya solo sean un recuerdo", deslizan en la Cancillería.

La motivación de este mensaje es que Trump no complique aún más el frente interno. Una ecuación muy visible: una derrota del PRI es una derrota para la Casa Blanca de Trump.