Voto 2018

AMLO cree que el pacto con Gómez Urrutia mejora sus chances en San Luis Potosí, Zacatecas y Durango

Aprovecharán las estructuras del Sindicato Minero en esas entidades históricamente adversas con AMLO.

 El anuncio del posible regreso a México del sindicalista minero Napoleón Gómez Urrutia en caso de que Morena gane la presidencial ya está traduciendo en jugadas de corte electoral. En el War Room de AMLO estiman que las estructuras fieles al líder exiliado en Canadá podrán traccionar votos y aportar encargados de casillas en Zacatecas, San Luis Potosí y Durango, territorios donde coordinan Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.

Es un dato a manejar porque son estados del país donde Morena no tiene todavía los recursos para evitar fraudes y tampoco tiene candidatos demasiado taquilleros. Un mundo de distancia con estados del centro-sur donde ya estarían los números para fiscalizar todas las casillas.

La alianza con el sindicalista detonó el buen trato entre el PES y el otro sindicato minero a cargo de Carlos Pavón, quien es acusado en el sector gremial por nexos con Grupo México. Pavón se refirió a AMLO: "Está loquito el hombre. Gómez Urrutia no es un perseguido político, escapó con 55 millones de dólares".

Pavón  dijo que el sindicato no va a permitir que los mineros de México sean dirigidos por Gómez Urrutia. "Es un perseguido de la justicia y lo debe pagar. El candidato no sabe del daño que le haría a México al traerlo. Y no nada más con eso: amenazó con ponerlo para dirigir a todos los mineros de México. Si lo quiere mucho que se lo lleve para su casa".

Hace una semana Gómez Urrutia publicó un duro editorial contra la reforma laboral que se discutirá en el Senado en el actual periodo ordinario.  "Esta iniciativa, elaborada por los más reaccionarios abogados de la Coparmex y de otras cámaras empresariales, no fue propuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto directamente, quizás para evitar el costo político que podría tener sobre la campaña del PRI a la Presidencia de la República y a otros cargos y responsabilidades, sino que se la asignaron a dos dirigentes sindicales oportunistas, abyectos y sometidos vergonzosamente por los señores del poder y del dinero", expresó.

"Atrás de ellos está un grupo de diputados y senadores que estudiaron en el ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México), creado y patrocinado por Alberto Bailleres, del Grupo Peñoles y Palacio de Hierro, a quien sus legisladores, en un acto de aparente agradecimiento, le regalaron la medalla Belisario Domínguez. Esta ha sido una de las más discutidas y bochornosas ceremonias que se han producido desde que ese alto honor se instauró, antes se había entregado a algún distinguido personaje nacional que hubiera aportado transformaciones humanistas, culturales o heroicas importantes para la mayoría de los mexicanos y no, como en este caso, a un empresario cuya trayectoria ética y moral en los negocios deja mucho que desear", agregó.