Morena afirma que ganarían con hasta 41 puntos: "Meade y Anaya estarán empatados"

 Desde Guajalajara, Andrés Manuel López Obrador cerró el periodo de precampañas, durante las cuales se mantuvo en primer lugar en todas las encuestas, en Morena consideran que logrará ganar hasta con 41 puntos, "o podría haber una sorpresa y ser más, por como se van cayendo los partidos", señaló  Yeidkol Polevnsky. 

Para la presidenta de Morena, el político tabasqueño ha ido a la alza de manera importante, lo que permite un escenario en que ganaría con un puntaje de entre 39 o 41, como señaló en el espacio radiofónico de Ciro Gómez Leyva, la mañana de este lunes. 

Pero entrevistado por Grupo Fórmula, el pasado sábado, López Obrador aceptó que a pesar de estas cifras no se pueden confiar "por que son muy  mañosos los de la mafia del poder, no tienen llenadera". 

En la misma entrevista, que fue transmitida en el espacio de Ciro, el candidato de Morena habló de que lleva una ventana de hasta 15 puntos, por lo que reconoció que por eso se encuentra de buen humor. "Estoy bien y de buenas. Desde Luego, no es para presumir, pero sí estoy contento", pero al mismo tiempo dijo que se cuidará para no caer como esperan sus adversarios.

Sobre esos mismos, Polevnsky consideró que habrá una elección polarizada, pero que se pondrán en el segundo lugar José Antonio Meade y Ricardo Anaya. "Incluso pueden terminar uniéndose. Los veo igual, la verdad", indicó. 

Tras concluir las precampañas, Meade y Anaya participaron en algunas entrevistas a medios. El discurso del candidato del Frente que integran PAN, PRD y MC -y cuyo cierre fue en Veracruz-, fue enfático en que "el PRI se cayó y Meade ya está fuera de la pelea y Morena se estancó". 

El priista por su parte, que terminó su precampaña en el Estado de México, se mostró menos confrontativo, acaso se limitó a decir: "vamos jalando bien. Las verdad es que las encuestas se ven bastante bien", asegurando que logrará el éxito porque "sabemos explicar lo que vamos a hacer".

En su lectura, se tratará de una elección terciada. "Vamos a tener un candidato que cuando pierde no le gusta reconocerlo; tenemos otro candidato que no le gusta soltar el balón, lo va agandallando y no juega en equipo; y uno que juega en equipo y esos equipos les acaba yendo bien".