Elecciones 2018

Embajador ruso rechazó un apoyo a AMLO y acusó a Tillerson de buscar intervenir en México

Acusó que existe una guerra sucia para afectar la relación de Rusia con países latinoamericanos.

Es un hecho incuestionable que los rusos intervinieron en la elección presidencial de 2016 en Estados Unidos. Por mucho que le pese a Donald Trump, las principales agencias de inteligencia de su nación, desde la CIA, las agencias militares, y hasta el FBI, todas han reconocido que el gobierno de Vladimir Putin activamente jugó para perjudicar a Hillary Clinton, quizá con la intención de que fuera una presidenta debilitada con un triunfo electoral no tan contundente, y el sorpresivo triunfo de Trump fue un feliz accidente. 

Desde hace meses se ha especulado que los rusos podrían estar intentando lo mismo en México. Apenas ayer el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, en su breve paso por nuestro país insistió en que México no debía permitir que Rusia metiera las manos.

Hoy, en entrevista con El Universal, el embajador de Rusia en México desechó las preocupaciones de Tillerson y los rivales de Andrés Manuel López Obrador, quien sería el candidato beneficiado en la versión mexicana del Russiagate. Eduard Malayán aseguró que las relaciones entre México y la Federación Rusa pasan por su mejor momento en 130 años, e incluso agregó que "las tortillas mexicanas se venden con gran éxito entre los Maracay y ya se discute la posibilidad de que en México se construyan los primeros aviones completos con tecnología europea".

Hace dos semanas el periodista León Krauze publicó una columna en el mismo diario alertando de la posible injerencia de los rusos y la responsabilidad que Andrés Manuel tenía de resolver los posibles conflictos de interés entre algunos de sus colaboradores cercanos. Citó en particular a John M. Ackerman, académico y columnista que está casado con Irma Sandoval, quien sería la secretaria de la Función Pública en un eventual gabinete obradorista. Ackerman es colaborador del medio propagandístico ruso RT, alertó Krauze. "La democracia mexicana no se puede dar el lujo de ambigüedades", dijo. "Aquí, como en el resto de los países amenazados por la Rusia de hoy, o se está con Putin o se está con la salud democrática", sentenció.

Yo creo que el gobierno mexicano sabe por cuenta propia qué hay que hacer; luego, cuando hablamos de la supuesta injerencia cabe preguntar: ¿Por parte de los estadounidenses no es una injerencia?

AMLO respondió a las advertencias con un video en el que -de pie junto a las costas veracruzanas-aseguró estar esperando un submarino ruso con dineros para su campaña. La respuesta fue un éxito en redes sociales, y sus seguidores, como broma solidaria en Twitter, escribieron sus nombres utilizando el alfabeto cirílico.

Ayer López Obrador respondió a Tillerson que la elección presidencial no la definirían ni Trump ni Maduro, sino los mexicanos.

El embajador Malayán hoy aseguró que se está desarrollando un diálogo político con mayor cooperación económica, intercambios culturales e incluso mencionó que "muchos mexicanos estudian en Rusia y en México hay un gran interés por la cultura rusa".

Sobre la relación entre el gobierno de Putin y el de Peña Nieto, el diplomático dijo que había cooperación estrecha en temas como el acuerdo de París, y en la necesidad de "fortalecer el papel protagónico de las Naciones Unidas, los asuntos internacionales la supremacía del derecho internacional y muchos asuntos de trasfondo".

El embajador habló además de un plan "para crear en México un centro para construir componentes para aviones, así como aviones de entrenamiento. No solamente partes, sino aviones completos", aseguró.

Respecto a la supuesta injerencia Rusia en las elecciones a favor de López Obrador, Malayán cuestionó las versiones del gobierno norteamericano, que por cierto resultan de una ironía increíble si consideramos que el propio presidente Trump descarta que Rusia haya jugado algún rol en su triunfo.

Estamos preocupados por otros problemas. Lo más importante ahora son las elecciones para elegir al presidente ruso. Con esto quiero volver a subrayar que Rusia no tiene injerencia en asuntos internos en México ni en otros países

"Yo creo, primero, que el gobierno mexicano sabe por cuenta propia qué hay que hacer; luego, cuando hablamos de la supuesta injerencia cabe preguntar: ¿Por parte de los estadounidenses no es una injerencia?", cuestionó el diplomático.

Agregó que en los medios rusos no hay declaración alguna sobre las elecciones en nuestro país. "Estamos preocupados por otros problemas. Lo más importante ahora son las elecciones para elegir al presidente ruso. Con esto quiero volver a subrayar que Rusia no tiene injerencia en asuntos internos en México ni en otros países", insistió Malayán, y agregó no existe ninguna evidencia ni prueba alguna de que Rusia esté involucrada en el proceso electoral mexicano.

Argumentó que las versiones sobre la injerencia rusa en Estados Unidos llegaron después del triunfo de Trump. "Inventaron esa versión y después de eso empezaron a decir que Rusia está involucrada en todos los asuntos del mundo: el Brexit, el referéndum en Cataluña y las elecciones francesas".

Confirmó al reportero que, en su opinión, se trata de una "campaña sucia contra mi país" con la intención de afectar las relaciones entre Rusia y las naciones de América Latina.

"Se hace todo para que Rusia sea menos fuerte, para que Rusia tenga una voz más baja en el ámbito internacional y para que no tenga la posibilidad de llevar a cabo sus intereses nacionales".

El diplomático puntualizó que son los mexicanos quienes decidirán quién será el próximo presidente. "Nosotros no tenemos preferencias", dijo. "Tuvimos relaciones con Porfirio Díaz, con presidentes priístas y panistas, tuvimos relaciones con presidentes de corte de izquierda; siempre mantenemos relaciones buenas y aciertos, ¿por qué razón cambiaría eso de repente?", dijo.