Russiagate

Colaboradora cercana a Trump, en la mira por obstrucción de la justicia

Es Hope Hicks. Un ex vocero de Trump ya estaría colaborando en la investigación de Mueller.

Esta mañana apareció un nuevo jugador en la compleja trama de Donald Trump y Rusia. Las principales líneas de investigación que se especula Robert S. Mueller III está siguiendo son dos: 1) la colusión entre el equipo de campaña del presidente con agentes del gobierno ruso, y 2) los actos de obstrucción de la justicia que Trump habría cometido para enterrar la investigación a partir de que tomó posesión en enero de 2017.

Hoy el New York Times reveló que Mark Corallo, quien trabajó por un breve periodo como vocero del equipo legal del presidente el año pasado, ya accedió a declarar ante Mueller. Corallo estuvo presente cuando en junio de 2017 el diario neoyorkino reveló una de las bombas del Russiagate: la reunión entre Donald Trump Jr., Jared Kushner y Paul Manafort con la abogada ligada al Kremlin Natalia Veselnitskaya, quien habría ofrecido "suciedad" para afectar la campaña de Hillary Clinton. De acuerdo con versiones de fuentes cercanas a Corallo, que él mismo no disputó, el ex vocero habría dejado al equipo presidencial después de tener una conferencia telefónica donde Hope Hicks, que con apenas 29 años es una de las colaboradoras más cercanas de Trump y directora de comunicaciones de la Casa Blanca, habría sugerido acciones que constituirían obstrucción de la justicia.

Corallo habría dicho a Trump y Hicks que el comunicado les iba a explotar en la cara debido a que tarde o temprano los correos electrónicos donde Trump Jr. accede a la reunión con los rusos saldrían a la luz. Fue entonces que Hicks le respondió que "los correos nunca saldrían"

Ese día -8 de julio- Trump y su equipo estaban a bordo del Air Force One, salían de Alemania, donde el presidente asistió a una reunión del G-20, cuando el New York Times les solicitó una respuesta oficial a la historia de la reunión, horas antes de que fuera publicada. Durante el vuelo Trump habría participado directamente en la redacción del comunicado que horas después emitiría su hijo, y de acuerdo a múltiples reportes, habría sido él quien sugirió que la explicación de la reunión fuera que Veselnitskaya quería discutir un programa de adopción de huérfanos rusos por parte de familias norteamericanas. 

Es decir, de ser ciertas estas versiones, el presidente habría intentado ocultar el motivo real de la reunión con los rusos: conseguir información contra Clinton que había sido reunida por un gobierno extranjero y hostil. Es por estas fechas que el entonces estratega presidencial y hoy némesis de Trump, Steve Bannon, le dijo al periodista Michael Wolff que Trump Jr. y Kushner habían actuado de manera "anti patriotas" y "traicionera" por asistir a la reunión un año atrás.

Hope Hicks, con tan sólo 29 años es la directora de comunicaciones de la Casa Blanca

Tras la crisis mediática y los cuestionamientos contra el hijo del presidente, habría escalado una discusión entre Trump, Corallo, y Hicks quien acusó al entonces vocero de haber echado leña al fuego en los medios. Corallo, según fuentes consultadas por el Times, habría respondido a Hicks y al presidente que el comunicado enviado desde el avión presidencial les iba a explotar en la cara; tarde o temprano los correos electrónicos donde Trump Jr. accede a la reunión -y donde la intención de la misma es muy clara: recibir información de los rusos para afectar a Hillary- saldrían a la luz. Fue entonces que Hicks respondió que "los correos nunca saldrían".

Ante dicha afirmación, Corallo, un operador con experiencia política que trabajó antes en la administración de George W. Bush, habría expresado su preocupación a algunos colegas. Según el Times, Corallo argumentó que o Hicks estaba siendo muy ingenua, o peor, estaba sugiriendo ocultar los correos de los investigadores federales, algo que constituiría obstrucción de la justicia. Un problema adicional: la preocupante conversación entre Trump, Hicks y Corallo había ocurrido sin la presencia de un abogado, por lo que todo lo discutido no estaría bajo la protección del privilegio cliente-abogado y -al igual que los mentados correos-tarde o temprano tendría que ser revelada a los investigadores del caso.

El abogado de Hicks ya respondió a la historia del Times. Aseguró que su clienta "Jamás dijo eso. Y la idea de que Hope Hicks haya sugerido que correos electrónicos u otros documentos fueran escondidos o destruidos es completamente falsa".

Poco después Mark Corallo abandonó el equipo presidencial. Ya en el libro Fire and Fury de Michael Wolff se cita la salida de Corallo con sus preocupaciones por las posibles intenciones del presidente y su equipo de obstruir a la justicia.