González Anaya sugirió que podría reducirse el subsidio a las gasolinas
Con la liberación de los precios de los energéticos, el Gobierno optó por poner un estímulo fiscal a las gasolinas, que en realidad funciona como subsidio, a fin de suavizar la transición a los precios de mercado del combustible. Pero esa medida, que por un lado frenó el descontento social, desató el debate en los economistas sobre el costo que tendría en las finanzas. Un duro aprieto para el responsable de Hacienda que hoy ya habla de someterlo a análisis.
Esa opción la toma ahora José Antonio González Anaya, acaso luego de conocer las cifras. En 2017 el costo total al erario público de este subsidio fue de 67,000 millones de pesos.
Para quienes han seguido los reportes de las finanzas públicas no sorprenderá, pues mes con mes se veía el deterioro en los ingresos por el rubro tributario, afectado precisamente, por el IEPS a gasolinas.
Fue en febrero del año pasado cuando se lanzó el subsidio, luego de la movilización social en contra del gasolinazo de enero, que afectó más la imagen de Enrique Peña Nieto, pues se asoció ese incremento como un daño colateral de la reforma energética.
El estímulo tuvo dos funciones: que los precios no se disparen y que esto no repercuta en la inflación.
Y este miércoles, en un evento energético, actual titular de Hacienda planteó su análisis: "Lo que tenemos que pensar en (materia de) subsidios, en impuestos, y en todos los instrumentos que tiene el gobierno mexicano, es cuáles son buenas políticas públicas".
"Del estímulo fiscal que el gobierno mexicano aplica al precio de las gasolinas, 70% de su beneficio se queda en 20% de la población con mayores ingresos, por lo que debe analizarse cuáles subsidios son verdaderamente buenas políticas públicas", agregó, abriendo la puerta para su reducción o eliminación.
"Los veremos con cuidado, pero la medida tiene que ser que sean buenas políticas públicas", acotó el secretario de Hacienda, durante su participación en el Foro Energy México 2018.
Para los especialistas, este análisis era un paso obligado que veían venir desde el año anterior, cuando veían un deterioro en las finanzas: "Es cierto que ahora cerrarán con cifras verdes el sexenio, pero a largo plazo puede que ya no sea el mismo resultado si se decide quitar el estímulo fiscal", advirtió en diálogo con LPO, Alejandro Limón Portillo, especialista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).