Comercio

González Anaya no logró alcanzar el superávit comercial en 2017 por el agujero energético

Los petroprecios y la situación en las refinerías atentan contra los planes del titular González Anaya.

En 2017, México logró reducir su déficit comercial, al pasar a los 10,875 millones de dólares desde los 13,125 millones que alcanzó en 2016. Sin embargo, el preocupante agujero energético -un déficit que crece todos los años- impidió que José Antonio González Anaya consiga un superávit en el balanza del comercio.

Repasemos. El año pasado, la balanza petrolera arrojó un déficit de 18,402 millones de dólares, mientras que en 2016 había sido de 12,748 millones y en 2015 de 10,188 millones. Un ascenso que no para y aprieta cada vez más los números del Gobierno. Dicho de otro modo: si la balanza energética estuviera más equilibrada, México gozaría de un superávit promisorio.

Cuando se hace el desglose de 2017, se observa que las exportaciones del sector petrolero sumaron 23,608 millones -un auspicioso crecimiento de 25.5% frente al acumulado de 2016-, pero el optimismo se acaba al ver que las importaciones fueron de 42,010 millones, un extraordinario crecimiento de 33.1% anual.

Especialistas consultados con La Política Online explican dos factores que han intervenido en el crecimiento deficitario petrolero: por un lado, el crecimiento en los precios del petróleo y por el otro, la situación actual del Sistema Nacional de Refinerías.

En 2017, la balanza petrolera arrojó un déficit de 18,402 millones de dólares, mientras que en 2016 había sido de 12,748 millones y en 2015 de 10,188 millones. Un ascenso que no para y aprieta cada vez más los números del Gobierno.

Y es que, de un año a otro, la recuperación de los precios del petróleo fue de 21%. El promedio en el precio del barril cerró el 2016 en 46.30 dólares, mientras que en 2017 finalizó el año en 56.19 dólares.

Por otro lado, en 2017 el Sistema Nacional de Refinación recibió menos crudo para procesar debido a que sus principales refinerías entraron en reparación, según explicó el especialista del sector Arturo Carranza, del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).

En ese sentido, Carranza apuntó que "es un tema que debe preocupar a las autoridades sobre todo ahora que el precio del petróleo está subiendo y con este aumento, el precio de las gasolinas y el déficit en la balanza petrolera también". 

México compra cada vez más gasolina a los Estados Unidos, una estrategia que parecía rentable en medio del proceso de desplome de los precios del crudo. "Es más barato importar que invertir en la refinerías", fue el argumento que utilizó durante años el Gobierno. Esa teoría empieza a tambalear. 

El panorama, por otra parte, puede complicarse. En el mercado, las proyecciones para 2018 marcan que el precio del petróleo continuará recuperándose, como ha sido la tendencia de los últimos meses. Esto como resultado de la fortaleza de la demanda, los recortes de producción que mantienen los países de la OPEP y la caída de los inventarios de crudo. En ese contexto, los especialistas consideran que seguirá viéndose un crecimiento en el déficit petrolero.

Cuando uno mira las exportaciones en general -es decir, no sólo las petroleras- sumaron un total de 409, 449 millones de dólares, lo que significó un incremento de 9.5% frente al acumulado de 2016. De nuevo la misma lectura: México enfrenta un escenario auspicioso, que se ve opacado por el agujero petrolero. 

Mariana Ramírez, analista de Grupo Financiero Ve por Más, explicó que las exportaciones en general se vieron muy favorecidas por el tipo de cambio, que vuelve más atractivas a las manufacturas mexicanas y "con una fácil base de comparación, en ese contexto".

Pero sobre todo, el mayor impulso vino por parte de la exportación de los vehículos, uno de las industrias más importantes actualmente para el país y también una de las más amenazadas por la renegociación del TLCAN. 

Por eso, al mismo tiempo, Ramírez señaló que se podría estar viendo un acumulado de inventarios, precisamente por la incertidumbre en el mercado por el resultado que tendrán las negociaciones del acuerdo comercial.