Russiagate

El Russiagate continúa: Mueller quiere interrogar a Trump

Mientras Trump se alista para Davos, en EU la investigación avanza. Jeff Sessions ya testificó.

 Mientras Donald Trump alista para su viaje a Davos, donde se codeará con la crema y nata del capitalismo internacional, los mismos a quienes atacó con vehemencia durante su campaña presidencial tras la conquista del voto blanco obrero, de regreso en Washington la investigación de Robert S. Mueller sobre los posibles nexos Trump-Rusia, y los esfuerzos del presidente por bloquear la investigación al inicio de su mandato, avanza inexorable. Anoche se supo que Mueller estaría buscando entrevistarse uno a uno con el presidente en las próximas semanas.

De acuerdo con fuentes cercanas a ABC News, Mueller quiere interrogar a Trump sobre las circunstancias alrededor del despido de su primer asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, y del ex director del FBI James B. Comey. El 10 de enero, cuando le preguntaron si aceptaría entrevistarse con Mueller, Trump dio una de sus respuestas clásicas: "Vamos a ver qué pasa". En junio pasado el presidente dijo en entrevista que estaba 100% dispuesto a colaborar con la investigación.

Todo parece indicar que la investigación de Mueller se concentraría en las acciones de Trump para bloquear la primera investigación del Russiagate ya como presidente, tales como el despido de James B. Comey

La semana pasada Mueller interrogó al Fiscal General Jeff Sessions durante varias horas. Sessions es el primer miembro del gabinete presidencial en ser interrogado por el investigador especial. Todo parece indicar que la investigación se concentraría en las acciones de Trump para bloquear la primera investigación del Russiagate ya como presidente, tales como el despido de James B. Comey, director del FBI nombrado durante la administración Obama y a quien todavía le quedaban varios años al frente del buró. En un principio la Casa Blanca justificó el despido con el argumento de que Comey había afectado a Hillary Clinton durante la elección. Poco después el propio Trump reconoció durante una entrevista televisiva que había despedido a Comey "por todo el asunto de Trump y Rusia".

Esta semana se reveló, de acuerdo con un reporte de Axios, que el actual director del FBI amenazó con renunciar debido a las presiones que estaba recibiendo por parte de Sessions para que despidiera a su segundo al mando, el subdirector Andrew McCabe, quien fue director interino tras el despido de Comey en mayo. En varias ocasiones Trump ha acusado a McCabe de estar en su contra y ha exigido públicamente su salida del buró. Ayer el New York Times informó que desde la primera reunión la relación Trump-McCabe empezó mal. De acuerdo con el Times, Trump le habría preguntado a McCabe por quién había votado en la elección presidencial de 2016. El entonces director interino respondió que no había votado por nadie. Fue entonces que Trump, enojado, según el reporte del Times, le reclamó a McCabe por un donativo de medio millón de dólares que su esposa -una demócrata- habría recibido hace dos años para financiar su campaña por una senaduría estatal.

Se ha especulado que las recientes revelaciones han salido directamente del FBI y podría tratarse de un esfuerzo por defender la reputación del buró ante los ataques sistemáticos por parte del presidente y sus aliados en el Congreso. También podría tratarse de una defensa preventiva ante el posible despido de McCabe o incluso del propio Mueller.

Hoy Trump reavivó la flama contra el FBI desde su cuenta de Twitter, cuestionando la desaparición de "50,000 importantes mensajes de texto entre los amantes del FBI Lisa Page y Peter Strzok". Hace unos meses el buró informó que retiraría al agente especial Strzok del equipo de Mueller por una serie de mensajes privados que habría intercambiado con su novia y colega Lisa Page en 2016. En los mensajes Strzok y Page hablaban de su disgusto por la candidatura de Donald Trump.

Mientras tanto, en el Congreso los aliados de Trump en el partido republicano están exigiendo la publicación de un memorando redactado por el asambleísta republicano Devin Nunes que supuestamente detalla violaciones que el FBI habría cometido al espiar las comunicaciones del equipo de campaña de Trump en 2016. El presidente ha querido instalar la versión de que la investigación sobre los nexos de su campaña con el Kremlin fue fruto de el infame dossier Trump, donde un investigador privado detalló los contactos de Trump con Moscú a lo largo de los años. Lo cierto es que la investigación, según se supo hace unos meses, inicio cuando George Papadopoulos, asesor en temas internacionales de la campaña, le contó al embajador de Australia en el Reino Unido que los rusos les habían ofrecido "información" para dañar la campaña de Hillary Clinton.