Hidrocarburos

Plan de dominio energético de EU podría abrir oportunidades para petroleras mexicanas

Donald Trump apuesta por abrir casi todo el litoral de su país para perforaciones. Los impactos en México.

Acorde con su plan de incentivar las inversiones nacionales en energía, Donald Trump ahora apuesta un ambicioso plan por abrir gran parte del litoral de Estados Unidos para la perforación de petróleo y gas. Es un plan de largo plazo y que depende de muchos factores, pero en su mejor escenario, sería una oportunidad para las nuevas petroleras mexicanas.

El plan del Gobierno estadounidense anunciado este año implica abrir las aguas en alta mar para perforaciones, este proyecto incluye áreas que habían sido protegidas por el gobierno de Barack Obama, por cuestiones ambientales.

Es un programa proyectado para 2019-2024, de acuerdo con el secretario de Interior, Ryan Zinke, y se licitaría más del 90% de la superficie total de la plataforma continental exterior. "Queremos aumentar la industria energética en alta mar de nuestra nación, en lugar de rendirla lentamente a costas extranjeras", señaló el funcionario.

Esta idea de ‘dominio energético estadounidense' tiene como objetivo desarrollar los recursos energéticos en la Plataforma Continental Externa, como clave para el crecimiento económico y la seguridad energética de ese país. En cálculo de Zinke, "proporcionará miles de millones de dólares para financiar nuestras costas, tierras públicas y parques".

De acuerdo con la dependencia que encabeza, en esas áreas existen 47 licitaciones potenciales. Durante la administración de Obama y el bloqueo de ciertas áreas, se contemplaban tan solo 11, por lo que este número es el mayor nivel de bloques ofertados en ese país en su historia.

No obstante, el proyecto tiene sus opositores, sobre todo algunos estados, que preocupa esta apertura de estas áreas que habían sido bloqueadas durante la administración pasada, donde Obama prohibió nuevas perforaciones de crudo y gas en aguas federales del Atlántico y el Ártico, protegiendo 46.5 millones de hectáreas de aguas frente a Alaska y 1.5 millones de hectáreas en el Atlántico, desde Nueva Inglaterra a Chesapeake Bay.

La oposición viene de congresistas tanto republicanos como demócratas, así como de los gobiernos locales de Nueva Jersey, Carolina del Norte y del Sur, Virginia, Florida y California, principalmente.

Lo cierto es que aunque es un plan muy nacionalista, Arturo Carranza, especialista del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), señala que puede ser un área de oportunidad para nuevas empresas mexicanas que han surgido en el marco de la reforma energética, de mediano tamaño.

Rick Perry, en su visita a México, junto a Pedro Joaquín Coldwell.

En las pasadas rondas se dio un desfile de empresas medianas de recién surgimiento que participaron en las licitaciones, serían quienes podrían verse interesadas en abrirse camino en las nuevas licitaciones de Estados Unidos.

Pero no todo es color de rosa, pues al mismo tiempo, podría restarles competitividad a las siguientes licitaciones en México, claro, eso en el caso de que el siguiente Gobierno mexicano decida dar continuidad con el plan de la actual administración de Enrique Peña Nieto, que, en el caso de Andrés Manuel López Obrador, ha sido opositor.

Como sea, estas licitaciones, como se está viendo en México, no son apuestas de mediano o corto plazo. Requieren tiempo para verse sus resultados, por lo que probablemente, las circunstancias políticas y económicas podrían dictar otros caminos.