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Análisis: ¿Qué gana AMLO con el giro humorístico de su campaña?

En sus últimas apariciones se burló de EPN y esperó a un submarino ruso. Los analistas evalúan impactos.

Un político, como todo hombre, se vuelve sabio cuando aprende de sus errores. Quizás las dos campañas electorales fallidas hayan dejado varias enseñanzas a Andrés Manuel López Obrador, que fue blanco fácil para sus adversarios gracias a su faceta más áspera: denuncias subidas de tono, plantones, acusaciones de fraude e instituciones que se iban "al diablo".

Por estos días, AMLO comenzó a mostrar un costado humorístico frente a las acusaciones que le hacen sus rivales políticos. Primero fue la creativa respuesta hacia Enrique Peña Nieto, quien había atacado la propuesta de Morena de analizar una posible amnistía a los grupos del crimen organizado.

"No puede haber perdón y olvido para los delincuentes. No puede haber borrón y cuenta nueva, dejar hacer y dejar pasar a los criminales significa fallarle a la sociedad y traicionar a México", dijo el Presidente en un acto en Jalisco.

"Ahora que a Peña le ha dado por las indirectas le he mandado a decir de manera respetuosa que se serene, que no se altere, que no se caliente, que no le haga caso a las encuestas, que si se le sube la presión, esta medicina es buena, además ayuda a curar el mal de ojo y otras molestias", sentenció AMLO a carcajadas, mostrando una caja de "amlodipino", una droga que se utiliza para tratar la hipertensión y para el tratamiento de los ataques cardíacos.

Se puede dar el lujo de burlarse de sus adversarios, de relajar su discurso, justamente porque ahora está liderando. Tiende a mostrarse más al centro, puede captar indecisos.

Las ocurrencias de López Obrador tuvieron su pico máximo esta mañana, al publicar un video desde el puerto de Veracruz. "Estoy aprovechando el tiempo, esperando que emerja el submarino ruso, porque me trae el oro de Moscú, ya ven que el vocero de Peña y de Meade habló de que estamos coludidos con los del gobierno ruso. Ya soy Andrés Manuelovich", comentó otra vez con una risa burlona.

Pero, ¿qué impactos podría tener esta versión más suave, agradable y cómica de AMLO? LPO se comunicó con varios analistas y encuestadores para conocer los posibles impactos de esta eventual nueva estrategia de intercambio de golpes del tabasqueño.

"Está arriba y por eso aplica una estrategia defensiva, más de conservación de su voto duro y en busca del votante de centro indeciso. No hay medición que no lo ponga en primer lugar. Después podemos discutir por cuánta diferencia, pero hasta ahora no hay encuesta que no lo ponga primero", aseguró Francisco Abundis, director de Parametría, en diálogo con este medio.

Según Abundis, ese contexto de liderazgo le permite una moderación de su discurso, justamente para enfrentar algo por lo que ha sido muy cuestionado: sus posturas radicales. "Va más allá de un tema humorístico, también se cuida de no decir cosas controversiales. Fíjate que también sacó un video con su mujer cantando".

El fundador de Parametría cree que el objetivo central es instalarse como un candidato de centro. "Es muy difícil que su electorado duro, el que está inconforme con el sistema, deje de votarlo. Así como es improbable que el sector que no lo quiere, vaya a votarlo. Pero sí puede capitalizar sumando a indecisos", agrega Abundis.

Ana Hernández, ‎Gerente de Investigación de Consulta Mitofsky, coincide: "Su discurso tiende a ser más moderado. López Obrador es una figura tan reconocida como opositor, que sólo debe captar ese coraje hacia la clase política tradicional, pero ya no alimentarlo. Ya no amenaza con meter a nadie a la cárcel. Esa moderación tiene un correlato electoral: cautivar también a las bases priistas".

Anaya amenaza con mandar a los corruptos a la cárcel. Quiere disputar ese electorado disconforme con AMLO, con un agregado: también debe hablar a las bases del PRD.

Algo contrario sucede con Ricardo Anaya, quien en las últimas semanas levantó la bandera del combate a la corrupción con palabras más elocuentes, amenazando con meter a corruptos a la cárcel, sean del partido que sean. "El candidato del Frente trata de disputar ese electorado disconforme que suele jalar López Obrador, con un agregado: también le debe hablar a las bases perredistas que por su historia sienten más ese coraje", fundamenta Hernández.

Abundis agrega: "AMLO se puede dar el lujo de burlarse de sus adversarios, de relajar su discurso, justamente porque ahora está liderando. Si ves alguien que viene en sentido contrario, como Anaya, por todos los medios intenta representar la molestia, la indignación de muchos ciudadanos. Por eso endureció su discurso".

Los dos analistas coinciden en que, por ahora, sólo se trata de una fotografía, de un retrato de estos primeros días de precampaña, pues el momento de evaluar los impactos de las estrategias en comunicación vendrá más adelante. "En 2000, recién hacia finales de febrero o marzo, Vicente Fox logró instalarse como líder. En 2006, el empate entre Calderón y AMLO se consolidó para mayo, un poco antes del debate. Y en 2012, Josefina fue superada por AMLO recién a mediados de mayo. Falta mucho", concluyó Abundis.