Puertos

Qué hay detrás de la revolución de los puertos de Peña Nieto

El Gobierno prometió duplicar la capacidad de los puertos de México para el final del sexenio.

Es una de las grandes apuestas de Peña Nieto para dejar como legado de su sexenio. La meta es ambiciosa: Aspira a despedirse del poder habiando duplicado la capacidad de operación de los puertos de México.

En ese objetivo el 2017 fue un período de importante para que empiecen a madurar los millones de dólares que se vienen inviertiendo en infraestructura portuaria. Voceros del gobierno anunciaron que el aumento del trasporte de carga portuaria pasó de 260 millones de toneladas en 2012 a 470 millones en el año que se fue, volviendo posible alcanzar la cifra fijada para el fin del sexenio de 520 millones.

El proyecto más consentido es el nuevo Puerto de Veracruz, el cual logró un record al incrementar su carga un 13,5% con respecto al año anterior operando casi 28 millones de toneladas. En el Gobierno prometen que cuando se complete la modernización cuadruplicará su capacidad llegando a las 90 millones de toneladas.

El proyecto más consentido es el Puerto de Veracruz que pasará de su actual capacidad de 28 millones de toneladas a 90 millones al final del sexenio.

De acuerdo a la información publicada en el sitio de la Administración Portuaria Integral de Veracruz (APIV), para la mitad del 2018 tendrá lugar la inauguración de la escollera poniente la cual estará habilitada para recibir el primer barco portacontenedores.

También se ha informado que la construcción de las nuevas terminales comenzará en los primeros meses de este año. Según se publicó, gracias a éstas terminales será posible para la empresa Baja Ferries consolidar una ruta de cabotaje marítimo en el Golfo de México, un proyecto que se ha venido retrasado por más de 15 años.

Además del ambicioso proyecto de Veracruz, se pueden destacar el nuevo Puerto de Tuxpan; puerto de Manzanillo, cuyas obras también se esperan que sean concluidas este año y el Puerto Lázaro Cárdenas, en donde ya se finalizaron 13 obras y se espera que en julio se terminen las restantes. Además del caso de Guayamas en donde, al haberse invertirse 980 millones, se pudo aumentar la capacidad de 7 millones de toneladas a 28 millones.

El desarrollo de puertos juega un rol fundamental en el impulso del comercio internacional y puede contribuir al desarrollo de localidades rezagadas. "Por supuesto, el crecimiento de un puerto no sólo se da desde el punto de vista de los movimientos, ingresos e inversiones, sino también considerando la mejoría de los habitantes que viven en él, lo que origina que esté ligado al desarrollo económico de sus habitantes", destacó en diálogo con LPO Juan Ojeda Cárdenas, Investigador de la Universidad del Mar.

"La política de puertos del país debe funcionar como sistema, y los puertos mayores o ganadores deben colaborar, vía un fondo portuario, con el crecimiento de los puertos pequeños. La competencia debe ser entendida en buen sentido, no sólo buscando carga en el mundo, sino reduciendo el modelo de transporte por carretera, que tiene límites", agregó Cárdenas.

Por este motivo, cualquier tipo de inversión portuaria deben hacerse de forma integral garantizando una sustentabilidad económica, social y ambiental en el largo plazo. Pero antes es necesario preguntarse: ¿Estarán terminadas las obras en el tiempo prometido?

Los especialistas creen que las obras se lograrán inaugurar en los plazos prometidos, pero los puertos estarán operativos al cien por cien, bastante después del fin del sexenio.

Que estarán inauguradas nadie lo duda. Las necesidades políticas apremian. Lo que habrá que ver es si estarán efectivamente operativas a un 100%. "Es algo común en Latinoamérica que se inauguren obras sin estar terminadas. En mi experiencia en México, para el caso de las obras portuarias, éstas suelen inaugurarse para luego, más tarde, hacerse operativas", señaló Rodolfo Silva Casarín, ingeniero experto en diseño de estructuras marítimas y costeras en dialogo con LPO.

"Es como construir una casa: puedes tener el agua y la electricidad instalada que permita a una persona vivir en ella pero eso no significa que la casa esté terminada. En el caso de los puertos, sí, probablemente puedan estar aptos para recibir buques y sí tengan más capacidad. Sin embargo, esto no significa que estén completamente operativos. En este sentido no creo que se terminen", agregó Silva Casarín.

Uno de los temas más importantes que implica una operatividad adecuada se relaciona con los procesos de reducción del impacto ambiental. "También hay que ver si se ponen en funcionamiento sistemas para lidiar con el impacto ambiental, el cual termina teniendo un impacto social y económico para las áreas aledañas a los puertos. En general en México los proyectos no son integrales en este sentido. A veces se improvisa mucho, es un proceso de prueba y error" , señaló Casarín.

Veracruz constituye un caso en el que el funcionamiento del puerto, sin un sistema de reducción de impacto ambiental adecuado, incuba un problema económico y social de largo plazo. "El problema con Veracruz es que se inducen erosiones y se hace necesario un sistema que pueda trasladar los sedimentos acumulados hacia donde sea necesario. La actividad turística podría verse afectada debido a la contaminación. Esta parte aún no está bien compensada", agregó el experto.