Voto 2018

Exclusivo: Peña Nieto estuvo con gobernadores y les dijo que es imposible cambiar de candidato

Cumbre para pocos en Ixtapan de la Sal. El temor por el tercer lugar. Nueva estrategia.

 El fin de semana Enrique Peña Nieto estuvo en Ixtapan de la Sal (Edomex) y hasta allí peregrinó un grupo mínimo de gobernadores.  Todavía no había explotado en toda su dimensión la pelea de Javier Corral contra Los Pinos y el mandatario todavía no había tenido que amonestar a Miguel Ángel Osorio Chong por filtrar su salida de Segob antes de tiempo.

Según pudo reconstruir LPO, la pregunta más complicada de los gobernadores al presidente llegó ni bien comenzaba la plática: "¿Se está contemplando la posibilidad de cambiar de candidato presidencial?".

Un temor lógico no solo porque el ex secretario de Hacienda sigue firme en el tercer lugar de las preferencias sino porque además se está instalando la idea de que Morena ha perforado su histórico techo de treinta puntos.

La respuesta, esperable, fue que no habrá cambio y no solo eso: que José Antonio Meade es la mejor posibilidad en el horizonte del PRI, la mejor carta para buscar continuidad cuando todos los focus groups que llegan a Los Pinos dicen que la sociedad busca un cambio.

El presidente hace paralelismos permanentes con la campaña de 2012. Entiende que la diferencia central es que en esa ocasión a esta altura de enero ya habían agarrado fuerza las tres campañas centrales (PRI, PAN y Morena) y que en este caso eso no ocurre porque hay un fuerte sentimiento anti sistémico en el electorado y que el cálculo central gira en torno a cómo no saturar aún más a las personas.

Peña sigue creyendo que el tema de la campaña debe ser la economía. Cuando uno de sus interlocutores le dijo que la economía no está funcionando para amplios sectores de la población la respuesta fue inmediata: "con López Obrador funcionará aún menos y eso se verá en la campaña".

Maneja cifras y  números con gran precisión. Pone ejemplos que van de lo macro para luego hablar de pequeños municipios de Coahuila. "El discurso de amnistía le está restando mucha fuerza a Morena en estados norteños, ya lo hemos medido", dispara. Evidencia que ha estudiado en detalle las cuatro elecciones del año pasado.

El giro más novedoso que exhibió el domingo, o el que más sorprendió a los gobernadores, es que el mandatario pasó de defender un escenario de fragmentación del voto que era lo que decía en el mes de noviembre, a decir ahora que la jugada es reforzar al máximo la polarización.

Dos factores inciden en este cambio en el discurso del mandatario. Por un lado observa que los candidatos independientes tienen una elección más difícil de lo que se pensaba meses atrás, tanto Jaime Rodríguez Calderón como Margarita Zavala. Su tracking dario le dice que lograrán las firmas para la candidatura pero no les será fácil meterse en la conversación de la elección.

El segundo elemento es que hace poco recibió un primer análisis sobre la cruza de votos. Una ecuación que llegó a Los Pinos y que viene a decir que en un escenario de polarización, entre Meade y AMLO, los panistas se van con Meade. En cambio, si las opciones son López Obrador y Ricardo Anaya, los priistas podrian votar a Morena o terminar apoyando al Bronco. De ahí la frase más rutilante de ese ocaso en el corazón del Edomex: "piensen la campaña como de dos vueltas, la primera es ganar el segundo lugar y el balotaje son las últimas seis semanas de campaña".