Combustibles

González Anaya teme que los gasolineros se pongan de acuerdo para subir precios

Sigue la disputa por el "gasolinazo". El Gobierno monitorea de cerca los precios. La inquietud por posibles desbordes sociales.

Los saqueos en Estado de México encendieron una alarma en Los Pinos, en donde están convencidos de que no hay margen para ningún desborde social. La campaña ya arrancó, José Antonio Meade no logra despegar en las encuestas y el "gasolinazo" es uno de los costados débiles del ex secretario de Hacienda, que uno año atrás se cargó la defensa de la liberalización de mercado. 

La ecuación es sencillo: un desborde social -aunque esté agitado desde las estructuras partidarias del Frente o de Morena- mostraría los efectos negativos de la gestión de Meade. Es momento de hacerlo crecer, no hay lugar para los tropiezos.

Como explicó LPO, más allá de los operativos que ordenó Alfredo Del Mazo, que incluyen policías patrullando de civil las zonas aledañas a las principales tiendas, desde Los Pinos también se enviaron fuerzas federales. La alarma es total.

Pero este escenario tiene, además, un costado económico y empresarial. Este medio reveló el enojo de Pemex con los gasolineros de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), por sus "dichos malintencionados". El Gobierno cree que los gasolineros estaban incitando a un aumentos de precios.

Ahora, fue el subsecretario de Ingresos Miguel Messmacher quien embistió contra Amegas: "Ellos pretenden que para el 2018 ha habido cambios que justifican grandes aumentos en el precio de la gasolina y diesel, pero eso no es verdad: la Secretaría de Hacienda mantiene la política de suavización que echamos a andar en el primer trimestre del 2017", señaló en declaraciones al periódico El Economista.

De este modo Hacienda mantiene su contrapunto con los gasolineros, pero ahora con un nuevo temor: que haya una suerte de cartelización para elevar todos juntos el precio de sus productos, evitando así la competencia. 

El subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher.

"No le podemos decir al dueño de una gasolinera qué precio cobrar por el litro, porque el mercado de los combustibles se ha liberado", admite el subsecretario de Ingresos de Hacienda. 

"Lo que sí podemos hacer es ajustar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para que el alza o la baja del precio de la gasolina o el diesel no sea abrupta. Eso es lo que hicimos en el 2017 y lo mantendremos en el 2018.  Este mecanismo está diseñado para que la variación del precio de un día para otro sea de 1 o 2 centavos, máximo 3 centavos ", agregó.

"Algunos de ellos pueden hacer un aumento de 15 centavos, pero quedarían en desventaja frente a sus competidores que no lo hagan. Lo que está prohibido es que se pongan de acuerdo para subir el precio, en perjuicio de los consumidores", enfatizó, demostrando cuál es la nueva preocupación.