Polémica

El dueño de Oceanografía ahora cabildea contratos para Miguel Alemán y Grupo Techint

Amado Yáñez salió hace unos meses de prisión por defraudar al Citigroup. Objetivos para los próximos farmouts.

 Con nulo disimulo, con enorme audacia, Amado Yáñez reaparece en el negocio petrolero a meses de haber salido de prisión por el escándalo de Oceanografía, una estafa monumental que perjudicó al Citibanamex. Empresario estrella en el calderonismo, para ser liberado el ex petrolero debió pagar una suma millonaria a la Justicia. 

Según cuentan sus interlocutores, su estilo es el mismo. Presume contactos, arma citas urgentes y tiene dos aliados que le dan impulso. Uno es Miguel Alemán, dueño de Interjet que acaba de entrar al negocio energético con Galem Energy y el otro es el Grupo Techint, holding de capitales argentinos que se asocio a Alemán para participar en licitaciones de la reforma energética a través de su filial Tecpetrol.

El caso es que más allá de lo que ambos pudieran conseguir en las licitaciones, Yáñez estaría cabildeando contratos con jugadores privados e incluso con Pemex para ambas firmas que por ahora juegan en conjunto en diversos proyectos.

Los negocios y la política de la mano. Aleman, figura rutilante en la constelación de empresarios ligados al PRI, estuvo cerca de desembarcar en Oceanografía cuando Yáñez cayó en desgracia. Buscó multiples caminos para acceder al mundo energético y finalmente lo hizo con Galem Energy.

 Cuando en 2014 Alemán estaba por adquirir la firma que defraudó por más de 500 millones de dólares a CitiBanamex  apareció el entonces  secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para desmentir la compra.

"La empresa está sometida a concurso mercantil y sus accionistas están sujetos a un proceso de carácter penal, por lo tanto no avalamos ninguna de esas informaciones", dijo Videgaray. La operación se desplomó.

Por su parte el Grupo Techint ha invertido más de 1000 millones de dólares en México para poder jugar en la reforma energética a través de Tenaris y Tecpetrol.