Medio Oriente

EPN evitó sumarse a la condena contra Trump por elegir a Jerusalén como capital de Israel

Fueron 128 países que aprobaron la resolución contra EU. En medio de las pláticas del TLCAN, México se abstuvo.

Este mediodía 128 países de la Organización de las Naciones Unidas votaron a favor de una resolución que exige a Estados Unidos retirar su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital oficial del estado de Israel. El pasado 6 de diciembre el mundo explotó en controversia tras la noticia de que Donald Trump movería la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén acabando con décadas de protocolo diplomático que reconocía a la ciudad sagrada como "territorio en disputa".

La decisión puso en jaque el proceso de paz en la región, ya que para los palestinos Jerusalén también es su capital oficial. Casi de inmediato altos funcionarios palestinos declararon que ya no reconocían a Estados Unidos como un mediador neutral en el conflicto.

"Déjenlos que voten contra nosotros", declaró Trump durante una reunión de gabinete hoy. "No nos importa. Pero ya no va a ser como antes que votaban contra nosotros y luego nosotros les pagábamos cientos de millones de dólares", dijo el mandatario.

"Ningún voto en Naciones Unidas va a cambiar lo que decidimos, pero este voto hará una diferencia en cómo los norteamericanos ven a las Naciones Unidas y cómo vemos a los países que nos faltan al respeto en las Naciones Unidas. Este voto será recordado"

México, por su parte, se unió a la lista de 35 naciones que se abstuvieron de votar, junto a otros socios y aliados de Estados Unidos como Australia y Canadá. No llama la atención la postura de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, justo cuando se atraviesan meses clave en la relación, con el TLCAN todavía en revisión.

Apenas ocho países votaron en contra, es decir, se alinearon con Estados Unidos: Israel, por supuesto, Micronesia, las Islas Marshall, Nauru, Palau, Togo, Honduras y Guatemala.

La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, lanzó una clara advertencia contra los países que cuestionaron la decisión norteamericana:

"Los Estados Unidos van a recordar este día en que fue aislado en esta asamblea por la sola razón de ejercer su derecho como una nación soberana", dijo Haley. "Vamos a recordarlo cuando, nuevamente, nos llamen para hacer la más grande contribución de todo el mundo a las Naciones Unidas, y vamos a recordarlo cuando muchos países vengan a nosotros pidiendo que paguemos aún más y que usemos nuestra influencia en su beneficio".

Los votos de la Asamblea General sólo tienen peso simbólico, a diferencia de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, quienes el lunes rechazaron una medida similar y donde Estados Unidos cuenta con el poder de vetar cualquier decisión.

"Ningún voto en Naciones Unidas va a cambiar lo que decidimos", continuó Haley, "pero este voto hará una diferencia en cómo los norteamericanos ven a las Naciones Unidas y cómo vemos a los países que nos faltan al respeto en las Naciones Unidas. Este voto será recordado", sentenció la diplomática.