Telcel

Slim perdió en Argentina un juicio de 1.700 millones y molestó a Macri con el lobby en la Corte Suprema

El lobby que desplegó sobre la Corte Suprema generó un cortocircuito con la Casa Rosada.

 Carlos Slim tuvo una dura derrota judicial en la Argentina,donde su marca de telefonía celular Claro concentra un tercio del mercado.

Slim había intentado eludir el pago de 1.700 millones depesos al sindicato de los trabajadores telefónicos (Foetra) por unconflicto de encuadramiento sindical y de transferencia de aportes.

El caso llegó hasta laCorte Suprema y el dueño de Telcel sumó los servicios de un destacado operador judicial, amigo del presidente del máximo tribunal argentino, RicardoLorenzetti.

Se trata del ex senador y ex presidente del radicalismo,Ernesto Sanz, que suelen representar a grandes empresas necesidad de aceitarsus vínculos con el gobierno de Macri.

Sanz es una suerte de ministro sin cartera del gobierno de Macri. Fue clavepara encolumnar al partido radical detrás de su candidatura y se lo llegó amencionar hasta como jefe de Gabinete de la actual administración. Al iniciodel gobierno de Macri Sanz recazó la cartera de Justicia y prefirió ayudarlopolíticamente "desde afuera" del Gobierno.

Slim encargó al ex senador Ernesto Sanz la gestión ante el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.

Los ejecutivos de Slim advirtieron a dos ministros de Macri que si la Corte Suprema confirmaba el fallo en su contra, frenarían las inversiones previstas para el 2018. La presión molestó al presidente argentino.

Fuentes al tanto de loocurrido confirmaron a LPO que Macri se molestó porque se enteró que en laCorte Suprema habrían interpretado los pedidos de Gil Laveedra y Sanz a favor deSlim, como un pedido de la Presidencia.

Esta delicada situación queponía al gobierno de Macri haciendo lobby ante la Corte Suprema para favorecera una empresa, terminó mal: el máximo tribunal argentino se curó en salud,rechazó los planteso de Slim y confirmó la sentencia de la justicia laboral quelo obliga a pagar 1.700 millones a los trabajadores.

Los ejecutivos de Slim que enla Argentina conduce Julio Porrás jugaron fuerte y advirtieron a los ministrode Macri que no invertirán en 2018 los 500 millones de dólares que preveían, siel fallo se mantiene en pie.

Macri no tomó bien lapresión, ni que hayan contratado a destacados operadores políticos de sucoalición para influir sobre la Corte Suprema.

El ex senador Ernesto Sanz y Mauricio Macri durante la pasada campaña electoral.

El conflicto se originó porque de los 4.000empleados que tiene Claro en la Argentina, un 30 por ciento está afiliada alSindicato de Empleados de Comercio (SEC), lo que provocó el reclamo judicialdel gremio telefónico para que se adecúe correctamente a los trabajadores.

La empresa de Slim es la única de lastelefónicas que operan en la Argentina que se resiste a normalizar elencuadramiento sindical de sus trabajadores. Telecom, Telefónica y Nextel ya lohicieron.

El revés judicial debe haber molestado muchoa Slim, porque suspendió una visita que tenía prevista para octube pasado aBuenos Aires.