Negocios

Telefónica no logra salir de México: ahora habría fracasado tratativa con Verizon

Siguen llegando señales negativas desde el exterior sobre el estado de la reforma telecom.

 La española Telefónica no consigue a quien venderle su negocio en México. Los directivos de la compañía en el país ya dan por tumbada la reforma telecom y buscan nuevos horizontes. La promesa de la desmonopolización quedó fulminada por el fallo de la Suprema Corte a favor de Telcel. 

Primero se intentó vender una parte del negocio en México a la estadounidense Sprint, pero esto no prosperó. La firma estaba interesada en llegar al país. El nuevo marco jurídico fuerza a una corrección porque a las estrategias de precios ahora hay que agregarles el pago que se debe realizar a América Móvil por las tarifas de interconexión. Sprint es actualmente la tercer compañía de telecom más grande de EU.

Caída esta chance, Telefónica hizo un sondeo con Verizon,  el principal operador de telefonía celular en EU. La respuesta, en una reunión en Nueva York la semana pasada, fue un rotundo no. 

Ejecutivos de Verizon señalaron no solo que la reforma está afectada por el fallo de la Corte sino que además preocupa la falta de precisiones sobre cómo será el mercado en México: cuáles serán las tarifas finales de interconexión, quienes ganarán y quienes perderán.

El Gobierno está registrando este negativismo y se hace preciso dar una señal al mercado. En los últimos días esta sobre la mesa de discusión el futuro de la licitación de la banda 2.5 GHz. A la actual administración le urge comenzar a desconcentrar ese espectro luego de que Carlos Slim le comprara su participación a la familia Vargas que controla MVS Radio.

El plan oficial era realizar esta licitación a fines del 2018 pero todo podría acelerarse. Este concurso es clave para el mercado de comunicación celular y la banda ancha de internet.  El mensaje es muy claro: si no hay una reducción clara de participación de Slim en este espacio radioeléctrico se llevarán a revisión todas las inversiones y no solo eso: habrá despidos, con lo que eso implica en plena carrera electoral.