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Delgado ahora duda en aceptar la candidatura de Miguel Hidalgo

AMLO le había pedido que juegue en esa delegación. La indefinición de Xóchitl y el factor Romo, sus trabas.

Cada día que pasa, Mario Delgado está más convencido que su candidatura por la delegación Miguel Hidalgo puede volverse problemática. La Política Online reveló que no era una ruta que lo seducía, pero que fue el propio Andrés Manuel López Obrador quien le pidió "ayuda" en ese territorio.

Por el perfil técnico-económico, y no vinculado a las posturas más radicales de Morena, AMLO considera que Delgado es su mejor hombre en una delegación con fuerte raigambre panista.

El senador cree que podría ser más útil en la Cámara de Diputados, y más todavía en una campaña que tendrá a un economista de la talla de Meade enfrente de AMLO. ¿Qué otro economista con experiencia en vocería, debates públicos y presencia mediática rodean al tabasqueño?

Pero como explicó LPO, en una plática privada en una avioneta, López Obrador le pidió que sea su hombre en Miguel Hidalgo. Con el correr de las semanas, Delgado comprendió que tenía dos grandes problemas.

El primero, la indefinición de Xóchitl, que por un lado buscó un acercamiento con Claudia Sheinbaum, pero por el otro sigue aguardando una chance de participar en una eventual primaria o interna con el Frente.

La actual delegada sabe que sus chances son remotas por los acuerdos cupulares que ya existen en el tambaleante Frente Ciudadano, pero también es consciente que sus números son mucho más seductores que los de Alejandra Barrales.

En el otro extremo aparece la figura de Víctor Hugo Romo, ya firmó su pase a Morena justamente para pelear la Miguel Hidalgo. El diputado local ostenta la medalla de haber sido el primer (y hasta ahora único) hombre que pudo arrebatarle ese terruño al PAN.

Claro, la disputa de Romo con Xóchitl es sangrienta. La panista se ha cansado de denuncia a su antecesor por presuntos desvíos de fondos públicos y en privado dice sin reparos que tiene una carpeta llena de acusaciones.

El dilema, entonces, es evidente: prescindir del hombre cuya estructura y niveles de conocimiento pueden acercarlo a una victoria, o sumarlo a riesgo de cargar con una segura batalla contra la actual delegada.

Hasta el momento, los sondeos que ya se realizaron en la delegación, muestran que Morena tiene una intención de voto de entre 21% y 23%, y que la eventual postulación de Delgado podría estirar hasta 32%. Pero el PAN como marca ya arranca con unos 28 o 30 puntos. La pelea será dura.

En los próximos días habrá definición. Delgado deberá confirmar si quiere entrarle o finalmente se baja de la contienda. De tomar este segundo camina, las puertas se abrirían para Romo, que cuenta con el apoyo incondicional de su amigo Gabriel García.